En un mundo donde la conectividad marítima es esencial, Colombia ha sido testigo de un creciente interés gubernamental en la implementación de proyectos fluviales y portuarios de infraestructura 5G. Con la mirada puesta en fortalecer el transporte y aprovechar la estratégica posición geográfica del país, varias administraciones han aumentado la necesidad de impulsar estas iniciativas. Sin embargo, surge la pregunta: ¿En qué tan avanzado está realmente Colombia en la materialización de esta visión?, Pues en este video daremos un repaso por algunos proyectos Fluviales y portuarios con los que el país avanza para fortalecer su conectividad Marítima, así que teniendo esto claro, comencemos.
Navegabilidad del Río Meta
En un ambicioso paso hacia el fortalecimiento de la infraestructura de transporte en Colombia, el Ministerio de Transporte ha anunciado que el proyecto de navegabilidad del Río Meta se encuentra actualmente en etapa de estructuración. Este proyecto, que busca crear un canal de transporte multimodal entre los municipios de Puerto López (Meta) y Puerto Carreño (Vichada), promete ser un catalizador para el desarrollo económico y la integración regional en el país.
Según información proporcionada por el Ministerio de Transporte, el proceso de selección para llevar a cabo este proyecto tiene un valor estimado de $8.500 millones. La longitud total del corredor vial alcanza los 851 kilómetros, y se estima que su costo total podría ascender a los impresionantes $2 billones. Este proyecto no solo se centrará en la infraestructura en sí, sino que también incluirá la actualización o complementación de los estudios realizados hace una década por la Universidad del Norte, Invías y la cartera de Transporte.
Uno de los principales objetivos de este proyecto es dinamizar la navegabilidad fluvial en Colombia, ofreciendo un medio de transporte más competitivo, seguro y sostenible. Jonathan Bernal, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), expresó su entusiasmo al afirmar que “con este proyecto del Río Meta vamos a mejorar la integración regional económica de Casanare, Arauca, Meta y Vichada, y al mismo tiempo acercar a la población apartada del centro-oriente del país, promoviendo la movilización de carga y pasajeros”.
El Río Meta se ha establecido como uno de los corredores fluviales estratégicos de Colombia, desempeñando un papel fundamental en el desarrollo económico y el aprovechamiento del potencial agrícola del país para la producción agroindustrial y forestal. Según el Ministerio de Transporte, entre los principales productos que se transportarán con menores costos logísticos en esta ruta se encuentran la ganadería, granos, cultivos de arroz, palma africana, soya, maíz, caña de azúcar y materiales para la construcción.
Este proyecto ha atraído el interés de varios consorcios especializados en el desarrollo de infraestructura, incluyendo la Unión Temporal Navegabilidad EEI, UT Rio Meta ANI 2023, Consorcio URI Río Meta y Consorcio Navegando El Meta. Estos consorcios competirán por la oportunidad de contribuir a la realización de este proyecto de envergadura nacional.
La expectativa es que el consultor especializado seleccionado entregue los productos finales de la estructuración para diciembre de 2024, marcando un hito importante en la materialización de este proyecto. El proyecto de navegabilidad del Río Meta se perfila como una inversión estratégica que no solo mejorará la conectividad y el transporte en Colombia, sino que también abrirá nuevas oportunidades económicas para las regiones involucradas.
Canal del Dique
En el centro de esta red de conectividad fluvial se encuentra el Río Magdalena, el corredor fluvial más importante del país, que ha impulsado el flujo de mercancías durante siglos. Sin embargo, este vital sistema de transporte fluvial no ha estado exento de desafíos, y uno de los proyectos más urgentes y significativos para su recuperación es la restauración del histórico Canal del Dique.
El Canal del Dique, cuya existencia se remonta al siglo XVII, ha sido testigo de más de cuatro siglos de variaciones, ampliaciones y desastres naturales provocados por la corriente del río y el tráfico de embarcaciones. Durante demasiado tiempo, las comunidades a lo largo de su recorrido han sufrido las consecuencias de inundaciones y desastres naturales. Es en este contexto que el megaproyecto de restauración del Canal del Dique se erige como una esperanza para la recuperación ambiental y el control de las inundaciones en sus tramos más críticos.
El pasado 1 de junio, el proyecto de restauración más importante sobre el Canal del Dique dio un paso crucial al firmar su acta de inicio. Desde ese momento se iniciaron las campañas de dragado en la zona de Calamar y Pasacaballos, Este proyecto es llevado a cabo por Ecosistemas del Dique, una Empresa de Sacyr Concesiones, en colaboración con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Es importante destacar que este proyecto no solo tiene un enfoque en la navegabilidad; su verdadero valor radica en el impacto positivo que tendrá en las comunidades y en el medio ambiente.
Este ambicioso proyecto contempla un total de 36 obras distribuidas a lo largo de los 115 kilómetros de extensión del Canal del Dique, así como en las ciénagas y complejos cenagosos circundantes. Su implementación se llevará a cabo en tres fases fundamentales. La primera fase, que abarca los años 2023 y 2024, se centra en estudios técnicos, socialización y gestión predial. La segunda fase, que se extenderá hasta el año 2029, implicará la construcción de infraestructura para el control de inundaciones y la regulación del sedimento en puntos críticos como Calamar, Puerto Badel y la Bahía de Cartagena. Finalmente, la tercera fase, que se extiende hasta el año 2037, se dedicará a la operación y el mantenimiento para asegurar el control de inundaciones y la navegabilidad sostenible.
Los mayores beneficiados de esta monumental obra sin duda serán los miembros de las comunidades que históricamente han padecido las consecuencias de las inundaciones y desastres naturales en la región. El proyecto no solo promete mejorar su calidad de vida, sino también revitalizar un vital corredor fluvial para el comercio y la economía de Colombia.
En un momento en el que el país busca impulsar su desarrollo sostenible, el megaproyecto de restauración del Canal del Dique se presenta como un faro de esperanza y un ejemplo de cómo la inversión en infraestructura puede ser una puerta hacia un futuro más promisorio para todos los colombianos. Estaremos atentos a los avances de esta ambiciosa iniciativa que promete rejuvenecer el corazón fluvial de Colombia.
Puerto Pisisí
En el dinámico panorama de la infraestructura portuaria Colombia de igual forma ha puesto su mirada en el Puerto Pisisí, un ambicioso proyecto que se encuentra en plena ejecución y que promete consolidar la Zona Portuaria del Urabá como un referente para las exportaciones y el crecimiento económico del país.
El contrato de concesión portuaria para el Puerto Pisisí fue firmado en diciembre de 2022, marcando un hito en el desarrollo de esta iniciativa estratégica. Este proyecto tiene como objetivo generar alrededor de 6.000 empleos, entre directos e indirectos, una inyección de vitalidad económica que se estima aumentará en un 1,5% el Producto Interno Bruto (PIB) de la región.
La inversión destinada a este puerto asciende a un total de US$155 millones, un compromiso financiero significativo que respalda la visión de consolidar la Zona Portuaria del Urabá como un motor de competitividad y crecimiento para Colombia.
El Puerto Pisisí no solo aspira a ser un punto de referencia para el comercio exterior de Colombia, sino que también busca movilizar una impresionante cantidad de carga. Durante su primer año de operación, se espera que transporte más de 300 mil toneladas, y esta cifra se proyecta a crecer sustancialmente hasta alcanzar cerca de 1,7 millones de toneladas en el año 30 de la concesión. Esta carga abarcará una amplia gama de productos, desde carga general y contenedores hasta graneles sólidos y líquidos, vehículos e hidrocarburos.
La infraestructura planificada para el Puerto Pisisí es impresionante en su alcance y ambición. Se construirá un muelle principal con una plataforma que se extenderá sobre la Bahía de Turbo, adyacente a la costa, con una impresionante longitud de 490 metros y un ancho de 40 metros. Además, se llevará a cabo un proyecto de dragado de un canal de acceso de aproximadamente 6,5 kilómetros, que alcanzará una profundidad de 13 metros. Este dragado será esencial para facilitar la maniobra de zarpe y atraque de los buques.
La conectividad es otro pilar clave de este proyecto. Se prevé la construcción de una vía de acceso terrestre de 1,5 kilómetros que conectará el Puerto de Pisisí con la concesión Mar 2, que se extiende desde Cañasgordas hasta Necoclí, en el Urabá. Esta vía será de suma importancia, ya que garantizará la operación permanente de los puertos al conectarlos con los modos de transporte por carretera.