Para el 2025, Perú contará con uno de los mejores aeropuertos de Sudamérica, lo que contribuirá al desarrollo del país mediante la apertura y promoción de nuevos negocios. Además, esta importante obra revalorizará al Callao por su ubicación estratégica y la distancia entre el puerto y el aeropuerto.
En cuanto a su historia en el año 2018, el Estado peruano culminó con el proceso de entrega de los espacios y terrenos en donde se realizaría la ampliación del Nuevo Jorge Chávez. Desde entonces, Lima Airport Partners, que actualmente administra el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, comenzó la limpieza inicial de más de 700 hectáreas con medidas de remediación ambiental y rescate de vida silvestre para prepararse para el proceso de construcción en curso.
Hasta la fecha, ya se cuenta con una nueva torre de control y una segunda pista de aterrizaje que están a punto para funcionar. Entre ellas la nueva torre que ya se puede ver terminada, es un grandioso y moderno edificio de 65 metros de altura que fue entregado a CORPAC para que empiece operaciones a inicios del siguiente año 2023. Como dato importante a resaltar, esta torre albergará más del doble de posiciones para los controladores aéreos y junto a la segunda pista permitirá realizar hasta 80 operaciones de aterrizaje y despegue por hora.
El nuevo Jorge Chávez en principio iba a funcionar inicialmente con dos terminales, Uno de ellos es un nuevo terminal actualmente en construcción de 180,000 metros cuadrados cuya nueva entrada sería por el futuro puente Santa Rosa (obra a cargo del Provías Nacional); Sin embargo en la actualidad se confirmó que no se seguiría usando el terminal ya conocido cuya entrada es por la Av. Faucett, resaltando que hace unos meses se pensaba de igual manera seguir funcionando con las dos terminales y hasta realizar un ingreso por medio de una estación de la Línea 2 del Metro., a pesar de ello esa idea no prospero, decidiendo solo hacer uso de la nueva terminal.
El proyecto en costos financieros ha requerido una inversión privada de cerca de $1,600 millones de dólares asumidos en su gran mayoría por la empresa concesionaria antes mencionada, a lo que se suman inversiones adicionales cercanas a los $160 millones de dólares, destinadas para el mejoramiento de los servicios del aeropuerto actual.
Las obras de ampliación del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez según estimaciones oficiales generarán más de 15 mil puestos de trabajo durante toda la etapa constructiva del nuevo terminal aéreo, lo que hace notar claramente la importancia del proyecto y su contribución en el desarrollo del Perú, colocando a Lima como un eje turístico y logístico de la región y al país como el centro de conexiones de Sudamérica.
Por otra parte, la LAP informó que tal como se acordó en el acta que firmaron LAP y el MTC el mes pasado, el día 27 de mayo cumplió con entregar el expediente técnico del diseño conceptual del nuevo terminal de pasajeros, es por ello que desde ese momento se tiene un plazo de 45 días para evaluar, revisar y, de ser el caso, aprobar este expediente”
Con todos estos nuevos trabajos se proyecta que para el año 2025 se puedan recibir a 27 millones de pasajeros, con las dos terminales en operación, dos pistas de aterrizaje y la nueva torre de control, que estará preparado, desde su inauguración, para recibir, hasta 37 millones de pasajeros. En el aeropuerto se ofrecerá una operación moderna, dinámica, eficiente y de mejor experiencia que posicionará a Lima como un eje turístico y logístico en la región.
Con esta nueva y moderna infraestructura, habrá mayor área operativa y comercial para la oferta de servicios de las diversas líneas aéreas, que se traduce en más destinos, más vuelos y mayor conectividad, privilegiando la competitividad en beneficio de todos los usuarios.
Este nuevo terminal contará con una dimensión de 180 mil metros cuadrados, el doble de tamaño del terminal existente, contando con un total de 270 mil metros cuadrados con los dos terminales.
La torre de control gestionará las operaciones de despegue, aterrizaje y vuelo de las aeronaves que utilizarán las futuras dos pistas del aeropuerto Jorge Chávez. Además, se proyectó que la nueva torre de control gestione 80 operaciones por hora, dado que la actual torre tiene capacidad para realizar 35 operaciones por hora.
La nueva torre de control estará al mismo nivel que las torres de los mejores aeropuertos del mundo. Esta Tendrá una altura de 65 metros y está construida con concreto armado combinado con una estructura de acero.
Para la operación de la nueva torre se utilizarán diferentes sistemas para el desplazamiento de las aeronaves, como lo son:
Sistema de gestión de tránsito aéreo (ATM)
Este Permitirá gestionar operaciones de despegue, aterrizaje y vuelo de las aeronaves, así como el control del movimiento en plataforma.
Sistemas de comunicaciones aeronáuticas
La torre Contará con equipamiento para las comunicaciones aeronáuticas aire-tierra y tierra-tierra de la torre de control.
Sistema de meteorología
Este sistema Brindará información de dirección y velocidad del viento, temperatura, humedad, visibilidad, presión atmosférica, lluvia y radiación solar.
Sistemas de navegación aérea
Brindara información al piloto sobre la distancia exacta respecto a la pista de aterrizaje.
Sistema de vigilancia aérea
Se presentará en la pantalla del controlador de tránsito aéreo una vista precisa y fiable de la posición de las aeronaves en tiempo real.
Sistema para el Diseño de Procedimientos de Vuelo e Información Aeronáutica
Permitirá el diseño de los nuevos procedimientos de vuelo. Gestionará los datos aeronáuticos y su posterior difusión.
En cuanto a la segunda pista de aterrizaje, A principios del 2021 se iniciaron los primeros trabajos para construir otro de los componentes del proyecto. Para ello, se tuvo que limpiar el terreno, lo que implicó el movimiento de 4 millones de metros cúbicos de tierra. En el momento más intenso de las tareas, se llegaron a trasladar cercar de 1000 maquinarias y vehículos. Recientemente, se culminó con el asfaltado de la pista, que implicó más 100 000 toneladas de asfalto. La segunda pista de aterrizaje tendrá una extensión de 3480 metros y se complementará con una red de calles de rodaje de más de 10 kilómetros de largo. Esto duplicará la capacidad operativa del aeropuerto, permitiendo dos aterrizajes por minuto.