La gestión de Víctor Velázquez al frente de la presidencia de Cruz Azul ha significado una etapa de reivindicación para el histórico club mexicano. Bajo su administración, el equipo ha logrado reconquistar la confianza de sus aficionados, destacando el tan esperado título de la novena estrella en el torneo Clausura 2021, que puso fin a más de dos décadas de sequía. Sin embargo, uno de los compromisos más ambiciosos del actual presidente aún está pendiente: la construcción de un nuevo estadio para la institución cementera.
Este ambicioso proyecto ha sido largamente esperado por la afición y ha enfrentado diversos retos desde su concepción. El propio Velázquez ha reconocido que la principal traba ha sido la falta de un terreno adecuado en la Ciudad de México, una situación que ha postergado indefinidamente el inicio de las obras. No obstante, durante la reciente edición número 200 de “El Podcast de la Máquina”, el presidente de la Cooperativa Cruz Azul ofreció nuevas señales de esperanza al anunciar que la colocación de la primera piedra del nuevo recinto podría darse a finales de este año o a inicios de 2026, siempre y cuando no surjan imprevistos en el proceso de planeación.
“Son varios factores y varias variables que tienes que estar desahogando y es un proyecto importante que tenemos que sobre todo asegurar que ya se tome la decisión, no nos pare ningún inconveniente que se llegase a presentar”, expresó Velázquez, quien reiteró que, una vez iniciada la obra, se trabajará “a marchas forzadas” para concretarla cuanto antes. Aunque todavía no se ha revelado oficialmente la ubicación del estadio, se manejan como posibles sedes zonas de la alcaldía Álvaro Obregón, Coyoacán o incluso el municipio de Naucalpan, en el Estado de México.
Este nuevo capítulo en la historia de Cruz Azul significaría un paso crucial para consolidar su identidad institucional, ya que el club ha tenido una relación itinerante con diversos estadios a lo largo de su trayectoria. El primer hogar en Primera División fue el Estadio 10 de Diciembre, en el estado de Hidalgo, donde el equipo cimentó su leyenda ganando los títulos de liga en 1969 y 1970.

Posteriormente, en 1971, el club se trasladó al majestuoso Estadio Azteca, donde vivió su época más gloriosa entre 1971 y 1996. En ese lapso, Cruz Azul conquistó cinco campeonatos de liga, una Copa MX, un Campeón de Campeones y dos títulos de CONCACAF, consolidándose como uno de los equipos más laureados del fútbol mexicano. Años más tarde, el mismo recinto volvería a ser escenario de una hazaña histórica: la obtención del Clausura 2021, que significó un bálsamo para una afición que había esperado pacientemente una nueva coronación.
En 1996, el club cambió de sede y se mudó al Estadio Azul, oficialmente conocido como Estadio Ciudad de los Deportes, donde permaneció hasta 2018. Aunque el inmueble se convirtió en un símbolo visual de La Máquina, los títulos de liga le fueron esquivos durante su estadía en este recinto, lo que generó una relación de nostalgia y frustración entre la afición y el estadio.
Más recientemente, se confirmó que Cruz Azul hará uso del Estadio Olímpico Universitario a partir de 2025, en lo que será una sede provisional mientras se concreta el nuevo proyecto de estadio propio. Esta decisión marca un nuevo comienzo para la institución, que busca dejar atrás décadas de incertidumbre en cuanto a su identidad territorial.
El anuncio de la inminente construcción de un nuevo estadio representa no solo una respuesta a una demanda histórica de los aficionados, sino también un símbolo de consolidación institucional y de independencia deportiva. Si bien aún quedan desafíos por resolver, como la definición del terreno y los permisos correspondientes, la administración de Víctor Velázquez ha dejado claro que el proyecto no es una promesa vacía, sino un compromiso firme con el futuro del club. El sueño de un estadio cementero propio está cada vez más cerca de convertirse en una realidad.