El avance del proyecto más emblemático de infraestructura en la historia reciente de Bogotá ha tomado forma tangible: el primer tren del Metro de Bogotá ya se encuentra en camino hacia Colombia. Su partida, desde la ciudad de Changchun —reconocida mundialmente como un polo de desarrollo ferroviario en China— y posterior embarque desde el puerto de Qingdao el pasado 3 de agosto, marca un hito técnico y simbólico para el país. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es inevitable: ¿por qué estos trenes no llegan al puerto de Buenaventura, ubicado mucho más cerca de la capital, sino al distante puerto de Cartagena?
La respuesta a este interrogante no es trivial y está relacionada con un complejo entramado de razones logísticas, técnicas, operativas, de seguridad y estratégicas que, al ser analizadas en conjunto, justifican la elección de Cartagena como punto de entrada para los vagones del sistema ferroviario bogotano.
Cartagena, el puerto más moderno y eficiente del país
Una de las principales razones detrás de esta decisión radica en la infraestructura y capacidad operativa del Puerto de Cartagena, considerado actualmente como el más moderno y eficiente de Colombia. Este puerto cuenta con grúas especializadas de última generación, patios logísticos diseñados para el manejo de carga sobredimensionada, y un personal altamente capacitado en la manipulación de equipos complejos como los trenes, que requieren condiciones específicas de descarga y transporte. Estas características lo convierten en la opción más segura y confiable para recibir material rodante de gran escala.
Conectividad marítima y ventajas comerciales
Cartagena, además, es uno de los principales puertos hub del Caribe, lo que le permite tener conexiones marítimas más frecuentes y directas con Asia, especialmente con China, de donde proceden los trenes fabricados por CRRC Changchun. Muchas rutas marítimas que cruzan el Canal de Panamá tienen a Cartagena como escala principal, lo que reduce los tiempos de tránsito, minimiza los riesgos logísticos y optimiza los costos operativos. En contraste, el Puerto de Buenaventura, pese a su cercanía terrestre con Bogotá, tiene menor frecuencia de rutas internacionales desde Asia, lo que representa un factor limitante para una logística de alto volumen y cronogramas ajustados como los del Metro de Bogotá.

Limitaciones estructurales y de seguridad en Buenaventura
El análisis también contempla las condiciones actuales del Puerto de Buenaventura, que enfrenta limitaciones estructurales en su capacidad de atención a carga sobredimensionada y una realidad compleja en materia de orden público, bloqueos y conflictos sociales recurrentes. Estos factores pueden poner en riesgo la puntualidad del arribo de los trenes y aumentar los costos asociados a seguros, vigilancia adicional o incluso posibles retrasos en la cadena logística. En un proyecto cuya ejecución avanza ya en un 57,57 %, garantizar el cumplimiento de los tiempos establecidos es crucial.
Infraestructura vial: distancia no es sinónimo de eficiencia
Aunque Buenaventura está geográficamente más cerca de Bogotá, el trayecto terrestre desde Cartagena, aunque más largo, es más estable, seguro y confiable. Las vías por las que se transportarán los trenes desde la costa Caribe, como la Ruta del Sol y los corredores del Magdalena Medio, permiten una operación con mayores garantías de seguridad, escoltas especializadas y condiciones viales más favorables para movilizar trenes de 134,25 metros de largo, 2,90 metros de ancho y 3,90 metros de altura exterior. Por el contrario, la carretera entre Buenaventura y Bogotá, a pesar de su corta distancia, incluye tramos montañosos, zonas vulnerables y puntos de riesgo que pueden dificultar o encarecer el traslado de este tipo de carga.
Comienza la Cuenta Regresiva para la Llegada del Primer Tren del Metro de Bogotá
Una decisión integral, no solo basada en el costo
La elección de Cartagena como punto de desembarco para los trenes no responde exclusivamente a criterios económicos inmediatos. Por el contrario, es fruto de una estrategia logística integral, que prioriza la trazabilidad, la eficiencia operativa, la experiencia portuaria, la reducción de riesgos y el cumplimiento de los cronogramas de entrega. En este sentido, Cartagena garantiza que los trenes arriben en óptimas condiciones, sin demoras y con la mayor seguridad posible, elementos clave para un sistema cuya primera línea tiene previsto iniciar operaciones en 2028, y donde se espera la entrega de dos a tres trenes mensuales a partir de 2026, hasta completar la flota de 30 trenes.
El tren en camino forma parte de una flota de alta tecnología, cada uno con capacidad para 1.800 pasajeros, 252 sentados y el resto de pie, con un sistema totalmente automatizado y eléctrico, que operará con tecnología CBTC GoA4, una de las más avanzadas del mundo. Los trenes serán controlados de manera remota desde dos centros de mando ubicados en el patio taller de Bosa y sobre la avenida Caracas, optimizando la seguridad, eficiencia y regularidad del servicio.
Estos trenes, además, cuentan con un diseño interior orientado a mejorar la circulación de pasajeros, puertas sincronizadas con el sistema de estaciones, señalización electrónica, anuncios por voz y sistemas inteligentes de redistribución de carga, todo pensado para una experiencia segura, moderna y fluida.

El primer tren ya se encuentra navegando hacia Colombia y se espera que arribe al puerto de Cartagena entre septiembre y octubre de este año, tras una travesía de 50 a 58 días. Su arribo no solo simboliza el avance técnico del proyecto, sino que representa un hito emocional para millones de bogotanos que han esperado durante décadas por un sistema de transporte masivo digno, moderno y sostenible.
Por todo lo anterior, la decisión de utilizar el Puerto de Cartagena, pese a lo que podría parecer una contradicción geográfica, responde a una lógica técnica y operativa que privilegia la eficiencia, la seguridad y la confiabilidad. El Metro de Bogotá avanza, y su llegada por el Caribe colombiano será apenas el inicio de una transformación histórica para la capital.