En una apuesta histórica por renovar y transformar el corazón deportivo y cultural de Bogotá, la Alcaldía Mayor, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) y la concesión Sencia anunciaron oficialmente que en marzo de 2026 comenzará la construcción del nuevo estadio de Bogotá, una ambiciosa obra enmarcada dentro de la Alianza Público Privada (APP) El Campín, que busca convertir este emblemático sector en un moderno y vibrante complejo cultural, deportivo y de entretenimiento de clase mundial.
El nuevo estadio no se construirá sobre el lugar que ocupa actualmente el Nemesio Camacho El Campín, sino que será edificado en el costado oriental del polígono actual, específicamente en el espacio donde hoy se encuentran las canchas de tenis. Esto significa que El Campín seguirá en funcionamiento durante toda la obra y no será demolido hasta que el nuevo escenario esté completamente terminado, garantizando así la continuidad de los partidos de fútbol y eventos culturales que allí se realizan. La demolición del antiguo estadio se realizará posteriormente en un plazo estimado de siete meses, una vez se entreguen oficialmente las nuevas instalaciones.
El nuevo escenario tendrá una capacidad inicial de más de 50.000 espectadores, y contará con una arquitectura moderna, una cubierta integral, tribunas más cercanas al campo de juego, palcos VIP, zonas de experiencia para los aficionados, restaurantes, espacios para personas con movilidad reducida, y camerinos diferenciados para equipos locales y visitantes. Todo esto permitirá cumplir con los estándares FIFA y convertirlo en uno de los estadios más modernos de América Latina. La inversión total estimada es de 500 millones de dólares, los cuales serán financiados completamente por el operador privado a través de la APP.
Uno de los grandes logros de esta nueva estrategia es que acelerará el cronograma de ejecución. Originalmente, el proyecto preveía una demolición gradual de El Campín a partir de octubre de 2025, lo que hubiera obligado a cerrar parcialmente el estadio durante varios meses. Sin embargo, con el nuevo planteamiento, las autoridades estiman que el nuevo estadio podría estar listo para diciembre de 2027, un año antes de lo previsto, lo que representa un beneficio directo para la ciudadanía y para la agenda de eventos de la ciudad.

El anuncio fue realizado en el marco del cumpleaños de Bogotá por el alcalde Carlos Fernando Galán, acompañado por el director del IDRD, Daniel García, y el CEO de Sencia, Mauricio Hoyos, quienes confirmaron que además del estadio, el proyecto incluirá una gran cantidad de equipamientos culturales, comerciales y recreativos, con el objetivo de revitalizar completamente esta zona central de la capital.
Así es el Rediseño del Nuevo Estadio Para Bogota que Comenzara a Construirse en Marzo de 2026
El nuevo Complejo Cultural y Deportivo El Campín contemplará también la construcción de un auditorio para la Orquesta Filarmónica de Bogotá, con una sala principal para más de 2.000 personas y una sala alterna, en el lugar que hoy ocupa el conocido “Palacio del Colesterol”. Asimismo, se desarrollarán zonas gastronómicas, espacios comerciales, una clínica con énfasis en medicina deportiva de tercer nivel, una sede permanente de la Cruz Roja con servicios de urgencias, y un hotel para visitantes y turistas. Todos estos elementos estarán rodeados de un amplio parque urbano, con zonas verdes, plazoletas, parques infantiles, senderos peatonales y una ciclorruta de 1,8 kilómetros, promoviendo el uso público del espacio para el disfrute de las familias.
En cuanto a la movilidad, la nueva ubicación del estadio también representa ventajas logísticas importantes. Al estar ubicado en el oriente del polígono, se reducirá el impacto vial sobre la avenida NQS, una de las más congestionadas de la ciudad. Además, se construirán más de 3.600 parqueaderos, tanto a nivel como subterráneos, que permitirán el acceso directo no solo al nuevo estadio, sino también al Movistar Arena y a todo el complejo cultural, lo que facilitará la llegada de los asistentes y mejorará la experiencia general del público.
El CEO de Sencia, Mauricio Hoyos, aseguró que este proyecto se está trabajando de forma articulada con los equipos deportivos y que el nuevo estadio “estará diseñado para todos”, incentivando la asistencia de las familias, la creación de nuevas tradiciones y la reactivación económica de la zona. “Ampliar la capacidad va a permitir traer más gente. En la medida en que el estadio se vuelva cerrado, venir acá se vuelve una experiencia familiar”, afirmó. También se confirmó que, para proteger la gramilla, se utilizará una tarima retráctil para los conciertos y espectáculos, similar a la utilizada en los estadios más avanzados del mundo.

En términos de asistencia, el operador prevé que el nuevo complejo tendrá una operación diaria y que su capacidad atraerá a cerca de 30 millones de visitantes al año, frente a los 4 millones que actualmente recibe el sector, consolidándose como un destino turístico, cultural y deportivo de primer nivel.
Cabe resaltar que el proyecto no es nuevo. Su estructuración comenzó hace varios años, y fue en diciembre de 2023, a pocos días de dejar el cargo, cuando la entonces alcaldesa Claudia López adjudicó el contrato de concesión al grupo Complejo Cultural y Deportivo El Campín (CDEC), tras no recibir otras ofertas. Este grupo fue el promotor original de la APP y estructuró el proyecto durante seis años.
Posteriormente, en junio de 2024, ya bajo el mandato del alcalde Carlos Fernando Galán, se firmó oficialmente el contrato con el concesionario Sencia, una empresa surgida de las entrañas de CDEC, conformada por nueve firmas, entre ellas tres compañías españolas y una colombo-panameña.
Este concesionario tendrá a su cargo la construcción y operación del proyecto por 29,2 años, período durante el cual recuperará su inversión y generará utilidades a partir de la operación del estadio. No obstante, se ha generado cierto debate público, ya que se estima que durante los primeros 15 años de la concesión, el IDRD dejará de percibir una porción importante de los ingresos que normalmente recibía por la administración del estadio.

Pese a las críticas, el alcalde Galán defendió la decisión al afirmar que este megaproyecto representa una oportunidad única para modernizar la infraestructura de la ciudad sin detener su funcionamiento ni afectar a los ciudadanos. “Este estadio hace parte del ADN de Bogotá, y ahora será un espacio para el fútbol y 50.000 espectadores, para grandes espectáculos, para la Filarmónica y para los ciudadanos, que tendrán un gran espacio público similar a cinco veces la Plaza de Bolívar”, declaró el mandatario.
El rediseño del proyecto fue bien recibido por el IDRD, que en palabras de su director, explicó que la nueva estrategia no afecta la concesión actual y permite mejorar la calidad y velocidad de ejecución de las obras, cumpliendo con los objetivos establecidos desde el inicio del proceso.
Los nuevos diseños adaptados al cambio de ubicación serán presentados por Sencia en octubre de 2025, momento a partir del cual iniciará formalmente la etapa previa a la construcción. Esta modificación no implicó la eliminación de ningún equipamiento contemplado en el plan original, sino únicamente una reorganización del uso del suelo dentro del mismo polígono, optimizando el funcionamiento y garantizando una mejor experiencia para los ciudadanos.
Con la mirada puesta en 2027, Bogotá avanza con paso firme hacia la creación de un complejo sin precedentes, que no solo elevará el nivel del deporte en la ciudad, sino que también potenciará la cultura, el turismo y el desarrollo urbano, consolidando a la capital colombiana como un referente internacional en infraestructura multifuncional y sostenible.