En un hecho que marca un hito para la infraestructura vial del país, Bancolombia, Davivienda y Grupo Aval, junto con la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), confirmaron una millonaria financiación para garantizar la ejecución de la segunda etapa del Túnel de Oriente, uno de los proyectos más estratégicos para la conectividad en el departamento de Antioquia y el territorio nacional. La operación, que incluye un componente sostenible sujeto a verificación internacional, consolida una de las alianzas financieras más relevantes del sector en los últimos años.
La financiación asciende a $1,8 billones y permitirá no solo el inicio simultáneo de todos los frentes de obra, sino también el prepago de la deuda existente. La estructuración se dividió en dos tramos —uno en IBR y otro en UVR— con el respaldo de las principales entidades financieras del país. Parte de los recursos se destinarán a un tramo de crédito sostenible, lo que refuerza el compromiso ambiental y social del proyecto.
El anuncio fue realizado por Odinsa Vías, plataforma conformada por Odinsa y Macquarie Asset Management, junto con la Concesión Túnel Aburrá Oriente. Según Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, “el interés demostrado por el mercado, con una demanda cercana al doble del monto requerido, es un sello de confianza que confirma la dinámica del sector y la importancia de desarrollar infraestructura para Antioquia y para Colombia”.
Por su parte, Carlos Preciado, gerente de la concesión, señaló que este respaldo financiero “es un hito que marca la activación de la totalidad de los frentes de obra de la segunda etapa, que ya cuenta con un avance general del 12 %”. Asimismo, destacó que los recursos permitirán cumplir los plazos establecidos, contribuyendo al desarrollo y la conectividad de la región.
Avances y obras tempranas
Antes del cierre financiero, la concesión ya había ejecutado actividades preliminares acordadas con la Gobernación de Antioquia, como la gestión social y ambiental, y la construcción de obras tempranas. Entre estas se incluyen la cimentación de los puentes Sajonia 2 en Rionegro y Bocaná 2 en Medellín, que forman parte de la conexión de las vías a cielo abierto, así como la ejecución de la vía industrial.
El pasado 8 de julio, se puso en operación anticipada la totalidad de los lazos del Intercambio Vial Aeropuerto José María Córdova, alcanzando un 96 % de ejecución. Esta obra ha mejorado la movilidad en uno de los puntos más críticos del Oriente antioqueño, potenciando el turismo, la logística y la competitividad regional.
Lo que contempla la segunda etapa
El plan de construcción de esta fase incluye cinco componentes esenciales:
Revestimiento, pavimentación e instalación de equipos electromecánicos del túnel Santa Elena 2, de 8,2 km.
Construcción del túnel Seminario 2, de 780 metros.
Edificación de 4,5 km de viaductos y vías a cielo abierto que conectarán ambos túneles.
Construcción de un segundo viaducto paralelo en Sajonia.
Ampliación del acceso a la vía Loreto, optimizando la movilidad hacia la vía Las Palmas en Medellín.
La ejecución tendrá una duración estimada de 3,5 años y generará más de 2.000 empleos directos. El proyecto mantiene un enfoque integral de sostenibilidad, con medidas de eficiencia energética, protección ambiental e inversión social en las comunidades aledañas. Además, la concesión cuenta con certificación como infraestructura carbono neutral en su operación.
Este respaldo financiero, sumado a la articulación de actores públicos y privados, convierte a la segunda etapa del Túnel de Oriente en una obra clave no solo para descongestionar la movilidad entre el Valle de Aburrá y el Oriente antioqueño, sino también para impulsar el desarrollo económico, el turismo y la competitividad de toda la región.
