China ha reforzado su presencia en Colombia durante la última década, consolidándose como un actor central en la transformación de la infraestructura, la energía y la minería del país. Actualmente, más de 100 empresas chinas operan en el territorio nacional, participando en proyectos estratégicos que van desde sistemas férreos hasta parques solares.
Solo entre enero y septiembre de 2024, la inversión extranjera directa procedente de China alcanzó los 114,9 millones de dólares, un 13,6 % más que en el mismo período del año anterior. Aunque esta cifra representó apenas el 1,15 % del total de inversión extranjera que recibió Colombia, la tendencia marca un crecimiento sostenido del interés chino y confirma que el país andino se ha convertido en un destino atractivo para las compañías del gigante asiático.
El contexto geopolítico: Colombia y la Franja y la Ruta

La relación entre Colombia y China no se limita a las obras de infraestructura. En mayo de 2025, Colombia formalizó su adhesión a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), el ambicioso programa global de infraestructura liderado por Pekín. Este paso, respaldado por el gobierno nacional, abre la puerta a que empresas chinas impulsen más proyectos en sectores estratégicos como transporte, logística, energía y telecomunicaciones, alineando al país con una red que ya incluye a la mayoría de los países de América Latina.
En paralelo, el Ejecutivo colombiano solicitó formalmente ingresar al Banco de Desarrollo del BRICS, lo cual podría convertirse en una fuente clave de financiamiento para corredores interoceánicos, canales navegables y proyectos férreos de gran escala. Con ello, Colombia busca diversificar sus fuentes de crédito y reducir su dependencia de los organismos multilaterales tradicionales, a la vez que afianza su cooperación con economías emergentes.
Sin embargo, este acercamiento también ha generado tensiones diplomáticas con Estados Unidos, principal socio comercial de Colombia y tradicional aliado en la región. El País Norteamericano ha expresado su preocupación por la participación de empresas estatales chinas en proyectos sensibles, llegando incluso a advertir que podría retirar su apoyo financiero a obras como la Línea 2 del Metro de Bogotá si se adjudica a compañías de origen chino. Este pulso entre potencias refleja que la presencia china en Colombia ya no es solo un asunto de negocios, sino parte de una competencia geopolítica más amplia en el continente.
Megaproyectos urbanos: el Metro de Bogotá y el Regiotram

El proyecto más visible de esta cooperación es la Primera Línea del Metro de Bogotá, liderada por la China Harbour Engineering Company Limited (CHEC). Con un avance superior a los 6 kilómetros de viaducto y cerca del 60 % de la obra, se espera que en mayo de 2026 estén terminados 5.700 metros de viaducto línea desde el paitio taller en bosa hasta la estación numero 5 o 6 en el sector de Kennedy, teniendo previsto que en septiembre de 2027 se complete el viaducto y las estaciones, dando paso a las pruebas de marcha blanca. Los trenes, fabricados en China, serán eléctricos, con conducción automática y un diseño inspirado en la bandera de Bogotá. Además, CHEC propuso la extensión hasta la calle 100 mediante una Asociación Público-Privada, buscando integrar el sistema con el Regiotram del Norte y la avenida 68.
La participación de las empresas chinas en el proyecto de la primera línea del metro de Bogotá ha traído varios beneficios clave, tanto en términos de financiamiento como de experiencia técnica y operativa. Sin duda alguna, a medida que avanza el proyecto mes a mes, existe la posibilidad de que técnicos e ingenieros colombianos adquieran conocimientos especializados de los ingenieros chinos, en la operación y mantenimiento del sistema metro. Lo que podría fortalecer la industria ferroviaria en Colombia y facilitar futuros proyectos.
Por otra parte, El Regiotram de Occidente, adjudicado a la China Civil Engineering Construction Corporation (CCECC), constituye otro hito en este proceso con el pais asiático. Este tren eléctrico, de 39,6 kilómetros, reducirá de dos horas a 55 minutos el trayecto entre Facatativá y el centro de Bogotá, beneficiando a más de 130.000 pasajeros al día. En cuanto a este importante proyecto, continúa avanzando uno de los puntos más neurálgicos del Regiotram de occidente, el cual se trata del Patio Taller El Corzo, ubicado en Facatativá, que se convertirá en el corazón operativo de este sistema. Con 72.000 metros cuadrados construidos, albergará cuatro grandes hangares destinados a mantenimiento, monitoreo y parqueo de los trenes.

En paralelo, en el sector de Tres Esquinas (kilómetro 19), avanza el desmonte de la vía férrea existente en un trazado total de 40 kilómetros entre Facatativá y Bogotá. Hasta el momento se han retirado 17 kilómetros de los 77 kilómetros totales que se deben desmontar.
A la salida del patio Taller el Corzo Ubicado en Facatativá, donde se registran los avances más recientes, se están construyendo las cimentaciones de la vía férrea que conectará directamente el Patio Taller con el trazado principal del Regiotram. En cuanto a ello, se viene realizando la instalación de losa de concreto armado y zapatas modulares, reforzadas con acero, que servirán como soporte para la superestructura ferroviaria. Estas bases están preparadas para resistir el peso de los trenes y las cargas dinámicas, y permitirán el montaje de durmientes y rieles en una alineación precisa.
Conectividad vial y portuaria: de la Autopista al Mar 2 a Puerto Pisisí

Más allá del transporte urbano, las empresas chinas también están presentes en proyectos carreteros y portuarios. CHEC integra la concesionaria a cargo de la Autopista al Mar 2, vía 4G de 254 kilómetros que conecta Medellín con Turbo y Necoclí. Con un avance del 99,32 %, la obra está a punto de inaugurarse, con el objetivo de dinamizar el comercio y el turismo en la región del Urabá antioqueño. Aunque las obras en este proyecto están a punto de culminar, actualmente se presentan dos Eventos Eximentes de Responsabilidad (EER), uno en la Unidad Funcional 1 referente a la terminación del túnel falso (K29+380 – K29+600), en el municipio de Uramita y otro en la Unidad Funcional 4, correspondiente a la terminación de variante de Mutatá, de aproximadamente 1.7 km.
Megaproyectos Estratégicos En Colombia Avanzan Con El Respaldo De Empresas Chinas
De manera complementaria, la misma compañía está en conversaciones para ejecutar el Puerto Pisisí, en Turbo. Este terminal multipropósito, cuya construcción comenzaría en 2026 y que recibiría sus primeros barcos en 2028, contará con 760 metros de muelle y un canal navegable de 16 metros de profundidad, apto para buques Post New Panamax. El puerto incluirá áreas para contenedores, carga refrigerada, maquinaria, granel y vehículos, posicionando a Turbo como un nodo estratégico para el comercio exterior junto con Puerto Antioquia, cuya apertura está prevista para noviembre de este año.
El renacer ferroviario: seis proyectos con participación china

El gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), anunció en julio de 2025 la priorización de seis corredores férreos con una inversión superior a 94 billones de pesos. Estos incluyen el Corredor Interoceánico (Juradó–Puerto Titumate), el Pacífico (Buenaventura–Palmira), la Conexión Bogotá–Barrancabermeja, el Villavicencio–Puerto Gaitán, el Bogotá–Belencito y la recuperación del corredor Yumbo–Caimalito. Varios de ellos ya culminaron etapa de prefactibilidad y se preparan para la fase de factibilidad o licitación antes de 2026.
En este proceso, China ha ofrecido cooperación técnica y financiera, posicionándose como un socio clave para el renacimiento ferroviario en Colombia, que busca diversificar su infraestructura logística y reducir la dependencia del transporte por carretera.
Energía renovable y minería: diversificación de apuestas

En el sector energético, China Three Gorges (CTG) avanza con proyectos solares como Baranoa, Bugambiles y Nísperos en el Atlántico, mientras que Powerchina entregó en 2024 el Parque Solar Tepuy en Caldas, con capacidad de 83 megavatios. Estas iniciativas no solo contribuyen a la transición energética de Colombia, sino que también consolidan la experiencia china en el despliegue de tecnología solar de gran escala.
Finalmente, en el sector de minería, Zijin Mining Group mantiene la operación de la mina de oro Buriticá, adquirida en 2020 por 1.000 millones de dólares tras la compra de Continental Gold. Inaugurada en octubre de 2020, la mina sigue siendo uno de los yacimientos de oro de más alto tenor en el mundo y una fuente significativa de exportaciones.
La huella china en Colombia combina inversión, transferencia de conocimiento y estrategia geopolítica. La adhesión a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la búsqueda de financiamiento en el Banco del BRICS y los avances en megaproyectos como el Metro de Bogotá, el Regiotram y Puerto Pisisí reflejan un cambio profundo en la relación bilateral. Sin embargo, este acercamiento también sitúa al país en medio de la competencia entre potencias, donde cada obra de infraestructura se convierte en un escenario de influencia global.