Así Avanza la segunda etapa del Túnel de Oriente, una obra clave para la conectividad de Antioquia

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La construcción de la segunda etapa del Túnel de Oriente continúa consolidándose como uno de los proyectos de infraestructura más importantes para el departamento de Antioquia, al ser una obra que no solo mejorará la movilidad entre el Valle de Aburrá y el Oriente Antioqueño, sino que además permitirá un desarrollo vial moderno y sostenible, con impactos directos en la economía y en la calidad de vida de miles de ciudadanos.

Actualmente, la obra presenta un avance del 12% en su ejecución, una cifra que refleja el trabajo conjunto de diferentes frentes y que ya permite evidenciar logros significativos. Entre las acciones en marcha se incluyen la gestión social y ambiental, el inicio de las primeras obras de cimentación de los puentes Sajonia 2 (Rionegro) y Bocaná 2 (Medellín), así como el desarrollo de una vía industrial fundamental para la logística del proyecto.

Uno de los aspectos más relevantes corresponde a la cimentación de los puentes Sajonia 2 y Bocaná 2, estructuras que demandan excavaciones profundas con el objetivo de garantizar la estabilidad y seguridad de los viaductos que se elevarán posteriormente. Estos trabajos resultan esenciales, pues se trata de pasos estratégicos dentro de la conexión vial que permitirá articular los túneles y las vías a cielo abierto.

En total, más de 790 personas han aportado su trabajo en esta megaobra, lo que no solo demuestra la magnitud del proyecto, sino también su impacto inmediato en la generación de empleo local. De igual manera, se registra un 65% de avance en la construcción de 1,3 kilómetros de vía industrial, infraestructura provisional que resulta indispensable, ya que permitirá la ejecución de las actividades sin que se vea comprometida la movilidad por la actual conexión del Túnel de Oriente.

En lo relacionado con los puentes, el Sajonia 2, con una longitud proyectada de 355 metros, presenta un 94% de avance en cimentación, un dato que lo ubica como uno de los componentes más adelantados de esta etapa. En contraste, el puente Bocaná 2, también de 355 metros, avanza en un 61% en cimentación. En este último caso, debido a las condiciones del terreno, se ha optado por realizar excavaciones manuales, lo que demuestra la complejidad técnica de la obra y el cuidado en la ejecución para garantizar su solidez estructural.

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Desde septiembre de 2024, el proyecto ha venido adelantando actividades clave que sientan las bases para los trabajos mayores. Entre estas se destacan las gestiones prediales, los estudios ambientales, las labores de topografía, la adecuación de zonas de depósito, la adecuación de la vía industrial y los primeros avances de cimentación de los puentes. Todas estas acciones han permitido que la obra mantenga un ritmo constante y ordenado.

La continuidad de la segunda etapa del Túnel de Oriente está garantizada gracias a la destinación de $1,8 billones, recursos asegurados tras el cierre financiero del proyecto. Este fue posible gracias a la gestión de Odinsa Vías, una plataforma de infraestructura integrada por Odinsa —compañía del Grupo Argos— y Macquarie Asset Management, junto con la Concesión Túnel Aburrá Oriente. La estructuración contó con el respaldo de importantes entidades bancarias, lo que refuerza la solidez financiera del proyecto y su viabilidad a largo plazo.

El cronograma proyecta que las obras de esta segunda fase tomarán más de tres años y medio, durante los cuales se generarán más de 2.000 empleos directos, aportando significativamente al desarrollo económico de la región.

De acuerdo con Odinsa, el diseño de esta etapa contempla una aproximación integral, con la implementación de medidas orientadas a la protección del medio ambiente, la optimización de la eficiencia energética y el fortalecimiento de la inversión social en las comunidades vecinas al área de influencia del proyecto.

En materia de movilidad, actualmente por el Túnel de Oriente circulan alrededor de 40.000 vehículos diarios. Con la entrada en operación del segundo túnel y las nuevas vías complementarias, los estudios de tráfico proyectan que esta cifra aumentará a cerca de 50.000 automotores diarios, lo que confirma el alto impacto que tendrá la obra en la conectividad de Medellín y su área metropolitana con el Oriente Antioqueño.

El proyecto contempla un ambicioso plan de construcción que incluye el túnel Santa Elena 2 (8,2 kilómetros), el túnel Seminario 2 (780 metros), la ejecución de 4,5 kilómetros de viaductos y vías a cielo abierto, la construcción de un segundo viaducto paralelo en Sajonia y la ampliación de la vía Loreto, elementos que en su conjunto representan una transformación integral de la infraestructura vial de la región.

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Cada avance reafirma el carácter estratégico del Túnel de Oriente como un proyecto de alto impacto para Antioquia. Con inversiones históricas, generación de empleo, soluciones modernas de movilidad y un enfoque sostenible, la segunda etapa de esta megaobra se perfila como un hito que marcará un antes y un después en la historia de la conectividad del departamento, ofreciendo a sus habitantes y visitantes una alternativa más ágil, segura y moderna para desplazarse entre Medellín y el Oriente Antioqueño.

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