La “Luna del Río”: la nueva joya turística que transformará el Gran Malecón de Barranquilla

Datos del Articulo:

Barranquilla vive un momento de transformación urbana y turística con la llegada de la “Luna del Río”, un proyecto que busca consolidarse como un referente de modernidad y como uno de los grandes atractivos de la región Caribe. La monumental rueda de la fortuna, que alcanzará 65 metros de altura, ya comienza a levantarse en el Gran Malecón, espacio que en pocos años se ha convertido en símbolo de la reconciliación de la ciudad con el río Magdalena.

El anuncio fue hecho por el alcalde Alejandro Char, quien inspeccionó personalmente los avances de la obra y expresó la importancia de este nuevo atractivo en la consolidación de Barranquilla como destino turístico. Según el mandatario, la noria estará equipada con 44 cabinas climatizadas con capacidad para seis personas cada una, permitiendo un recorrido de entre 15 y 20 minutos en el que los visitantes podrán disfrutar una vista panorámica de 360 grados sobre el río Magdalena, el mar Caribe y la ciudad en su conjunto.

El montaje de la Luna del Río se lleva a cabo en la propia ciudad con piezas fabricadas en Italia por Fabbri Group, empresa con reconocimiento global por el diseño de este tipo de atracciones en grandes capitales del mundo. Con un peso total de 262 toneladas, la estructura será una de las cinco ruedas de la fortuna más grandes de Latinoamérica, posicionando a Barranquilla en la misma línea de ciudades que han apostado por este tipo de símbolos urbanos como parte de su identidad y promoción turística.

Las cabinas, totalmente transparentes, permitirán una experiencia sin obstáculos durante el día, mientras que en la noche la rueda ofrecerá un espectáculo luminoso gracias a un moderno sistema de luces LED programables, capaces de adaptarse a celebraciones locales, festividades y momentos especiales, convirtiendo a la atracción en un punto de referencia no solo recreativo, sino también cultural y visual.

Más allá de la diversión, la iniciativa se proyecta como un motor de reactivación económica. El alcalde Char subrayó que, tras la pandemia, el gasto de los hogares en recreación y entretenimiento se ha duplicado en los últimos cinco años, tendencia que ha llevado a muchos países a priorizar la inversión en estos sectores. En ese sentido, la apuesta por la Luna del Río no solo se traduce en un atractivo turístico de clase mundial, sino en la generación de empleo y en la dinamización de áreas como el transporte, la hotelería, la gastronomía y el comercio.

Actualmente, el Gran Malecón recibe aproximadamente un millón de visitantes al año, pero con la inauguración de esta noria se espera que la cifra pueda duplicarse, potenciando el impacto económico en toda la cadena de valor vinculada al turismo. La ubicación estratégica del proyecto, junto al Pabellón de Cristal, estará acompañada de un parque con amplias zonas verdes, senderos para caminar y espacios comerciales, creando un entorno integral que refuerce la idea de un punto de encuentro ciudadano abierto a locales y visitantes.

El proyecto también forma parte de una estrategia más amplia que ha buscado reconciliar a Barranquilla con su historia ligada al río Magdalena. Obras como el Caimán del Río y los distintos tramos del Malecón entregados en los últimos años son claros ejemplos de esa transformación. “Todo el progreso de Barranquilla llegó por el río. Ahora, con la Luna del Río, le damos una nueva cara y un nuevo símbolo a esa historia”, afirmó el alcalde Char durante su visita.

La visión es compartida por actores del sector privado que ven en la obra una oportunidad única para posicionar a Barranquilla en el ámbito internacional. María Fernanda Hernández, emprendedora del sector gastronómico, destacó que la rueda “pondrá a Barranquilla en el mapa internacional” y será una ventana para mostrar al mundo una ciudad que ya no le da la espalda a su río, sino que lo incorpora como protagonista de su desarrollo.

De acuerdo con el cronograma oficial, la Luna del Río podría iniciar sus pruebas en un plazo de aproximadamente 45 días, lo que mantiene en expectativa a la ciudadanía y al sector turístico. Cada pieza que se ensambla representa un paso hacia la consolidación de un sueño colectivo: ver a Barranquilla convertida en un destino de talla mundial que combina entretenimiento, identidad cultural y desarrollo económico.

La Luna del Río, más que una atracción, se proyecta como un nuevo símbolo urbano, una obra que une modernidad y tradición, y que se convertirá en punto de orgullo para los barranquilleros y en motivo de fascinación para quienes visiten la ciudad. Con ella, Barranquilla no solo mira de frente al Magdalena, sino que se eleva hacia el futuro con una apuesta que la sitúa en la ruta de las grandes ciudades que entienden el turismo como un motor de progreso y transformación.

Visited 12 times, 1 visit(s) today

Comparte esta Noticia

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Contact Us

Scroll to Top