Gobierno habilita 65 kilómetros del corredor Santana–Mocoa–Neiva con obras clave en el Huila

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El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), habilitó 65 kilómetros de la vía Santana–Mocoa–Neiva, en el tramo comprendido entre Campoalegre y Gigante, correspondiente a la Unidad Funcional 2 del proyecto. La intervención contempla la rehabilitación de la carretera existente, la construcción de variantes estratégicas, intersecciones y un viaducto emblemático que se perfila como uno de los hitos de ingeniería más importantes de la región del Huila.

La apertura de este tramo busca mejorar la seguridad vial, fortalecer la conectividad entre departamentos y promover el desarrollo económico de las zonas de influencia. Al respecto, Óscar Torres, presidente de la ANI, destacó: “Hoy ratificamos nuestra frase de que la infraestructura cambia vidas y así será con la apertura de estos nuevos tramos de este proyecto que representan desarrollo y que, sin duda, ayudarán a dinamizar la economía de la región y a reducir los tiempos de desplazamientos para los habitantes del Huila y Putumayo. Tenemos en esta obra de todo: kilómetros de vías, variantes, intersecciones y el viaducto de Betania Norte, una obra emblemática para la región”.

La Unidad Funcional 2 incluyó la rehabilitación de 57 kilómetros de la vía existente entre Campoalegre y Gigante, mejorando las condiciones de tránsito en un corredor estratégico. Asimismo, se construyó la Variante Campoalegre, un trazado de 5 kilómetros que integra cuatro puentes y dos intersecciones tipo glorieta, lo que permitirá optimizar la movilidad y descongestionar el paso vehicular por el casco urbano.

A esta obra se suma la Variante Hobo, con una extensión de 3,3 kilómetros, que incorpora tres puentes vehiculares, tres cruces para vías veredales y dos glorietas a nivel, diseñadas para garantizar la accesibilidad de las comunidades locales e integrar la movilidad rural con el corredor nacional.

Otro de los hitos más relevantes es el Viaducto Betania Norte, con una longitud de 280 metros y una altura aproximada de 18 metros, que conecta el municipio de Hobo con el sector conocido como Puerto Seco. Esta estructura no solo facilita un tránsito más seguro, sino que además se consolida como una obra de ingeniería de referencia para la región.

La unidad funcional también contempló la Corrección Vial Betania Sur, con la construcción de 1,7 kilómetros de vía nueva paralela al corredor actual, así como la adición de un tercer carril de 4,1 kilómetros en sentido norte–sur, lo que incrementa la capacidad de la carretera y mejora el flujo del tráfico pesado.

Dentro del plan integral, el proyecto incluye la operación del nuevo peaje Laberinto, que entrará en funcionamiento con las tarifas actualmente vigentes en los peajes Los Cauchos y Altamira. Para la categoría I de vehículos, la tarifa inicial será de 12.000 pesos, monto que ya contempla el aporte al Fondo de Seguridad Vial (FOSEVI).

Según la resolución en trámite, entre 2026 y 2028 el peaje incrementará gradualmente hasta alcanzar el valor contractual de 18.000 pesos para la misma categoría. Este esquema progresivo fue diseñado para mitigar el impacto económico en los usuarios frecuentes.

Además, el documento propone la ampliación de la tarifa diferencial, que se reducirá a 2.100 pesos, también con FOSEVI incluido, e incluirá a municipios del área de influencia que no estaban contemplados en la regulación de 2015. Esta medida busca garantizar un cobro ajustado a las condiciones socioeconómicas de las comunidades locales.

El corredor Santana–Mocoa–Neiva cuenta con una extensión total de 456 kilómetros y una inversión proyectada de 2,31 billones de pesos (cifras CAPEX 2024). Según la ANI, el avance global de ejecución se ubica en 80,23%, con la generación de más de 4.000 empleos activos vinculados a las diferentes fases de construcción.

El trazado se distribuye en siete unidades funcionales, abarcando los departamentos de Putumayo, Cauca y Huila, y beneficiando directamente a más de tres millones de habitantes de 16 municipios. Su culminación se considera clave para la conectividad entre el interior del país y la frontera con Ecuador.

Uno de los principales impactos será la reducción en los tiempos de viaje entre Bogotá y Quito, pasando de 26 a 20 horas, lo que se traducirá en una mejora significativa en la logística del comercio internacional, el turismo y la movilidad de pasajeros.

Cada entrega parcial del proyecto refuerza la meta de consolidar un eje vial de cuarta generación, diseñado para soportar altos volúmenes de tráfico y ofrecer mejores condiciones de seguridad. Las variantes, viaductos e intersecciones buscan disminuir la accidentalidad en tramos críticos, mientras que la rehabilitación de kilómetros existentes asegura la durabilidad de la infraestructura.

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