La Alcaldía Mayor de Bogotá y el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) confirmaron la realización de la primera implosión controlada de puentes vehiculares en la historia de la ciudad, una operación que tendrá lugar el próximo domingo 12 de octubre en la intersección de Puente Aranda, donde confluyen la calle Sexta, la avenida de Las Américas, la calle 13 y la carrera 50. Este procedimiento forma parte del megaproyecto de la nueva calle 13, que busca transformar radicalmente la movilidad y el espacio público del suroccidente de la capital.
Una decisión estratégica para reducir tiempos de obra
El alcalde Carlos Fernando Galán explicó que esta metodología permitirá acortar de manera significativa los tiempos de ejecución de la obra en comparación con una demolición tradicional, la cual habría tardado cerca de un año adicional. “La transformación de Bogotá no para. Estamos en un punto clave de lo que será el inicio de la nueva calle 13, en los puentes que vamos a demoler de manera controlada mediante una implosión (…) Lo que nos permitirá reducir el tiempo de obra; si lo hacíamos con demolición convencional nos iba a tomar un año más”, señaló el mandatario distrital.
El procedimiento está diseñado para llevarse a cabo en un máximo de 12 segundos, lo que lo convierte en una operación de alto impacto pero de corta duración, que además contará con estrictas medidas de seguridad.
Detalles técnicos de la implosión
La demolición de los pasos elevados se realizará mediante más de 4.550 perforaciones en los tableros y en las 35 columnas que soportan la estructura. En cada uno de estos puntos se instalará indugel, un gel industrial especializado que permite detonaciones seguras y controladas, reduciendo riesgos para los habitantes del sector.
El proceso estará acompañado de un plan de seguridad exhaustivo, que incluye la evacuación de viviendas y establecimientos en el área de influencia, además de la implementación de tres anillos de aislamiento diseñados para salvaguardar la vida y los bienes de la comunidad:
- Radio de 50 metros: restricción total de personas, animales y bienes, ante la posibilidad de fragmentos proyectados.
- Radio de 100 metros: evacuación obligatoria de todas las personas y vehículos de las viviendas cercanas.
- Radio de 150 metros: acceso exclusivo para personal autorizado y equipos de emergencia. No se permitirá la presencia de espectadores.

La jornada comenzará a partir de las 7:00 a. m., con la evacuación de los vecinos y la implementación de medidas especiales de protección para la avifauna de la zona.
En cuanto al manejo de residuos, el retiro del material resultante de la demolición tomará alrededor de dos meses, y los 7.900 metros cúbicos de escombros serán aprovechados en la misma obra. Desde el punto de vista ambiental, ya se completó la reubicación de 178 árboles y se adelantó un plan de identificación y manejo de fauna, que incluye el ahuyentamiento o traslado de especies que habitan en el área.
El megaproyecto de la nueva calle 13
El Tramo 1 de la nueva calle 13 está concebido como una obra integral que transformará la movilidad del occidente de Bogotá y modernizará la infraestructura pública del sector. Entre los componentes principales se destacan:
- La construcción de tres pasos peatonales semideprimidos, que facilitarán la circulación segura de los peatones.
- La habilitación de dos kilómetros de ciclorruta, fomentando la movilidad sostenible.
- Más de 100.000 metros cuadrados de nuevo espacio público, destinados a zonas verdes, andenes y áreas de esparcimiento.
- Una intersección de tres niveles, diseñada con criterios de eficiencia y seguridad:
- Primer nivel: una glorieta de 200 metros de diámetro con tres carriles para tráfico mixto, que conectará todas las vías del sector.
- Segundo nivel: glorieta de 100 metros de diámetro de uso exclusivo para el sistema TransMilenio, conectando la troncal actual con la futura troncal de la nueva calle 13.
- Tercer nivel: dos puentes elevados para vehículos particulares, cada uno de 520 metros de longitud con tres carriles, que enlazarán la avenida de Las Américas en sentido occidente-oriente.

Plan de movilidad y cierres viales
Dado el impacto de la implosión en uno de los puntos más transitados de Bogotá, se dispuso un Plan de Manejo de Tránsito (PMT) que establece cierres y desvíos temporales. Desde las 11:30 p. m. del sábado 11 de octubre hasta las 4:00 a. m. del martes 14 de octubre, se cerrarán las siguientes vías:
- Avenida de las Américas, entre carreras 53f y 45.
- Avenida calle 13, entre carreras 54 y 43.
- Carrera 50, entre calles 17 y transversal 49.
- Avenida calle 6, desde carrera 47.
- Todas las ciclorrutas del sector.
Para garantizar la movilidad, se habilitarán los siguientes desvíos:
- Avenida de las Américas occidente-oriente: carrera 56 al sur, calle 5a al oriente, transversal 49 al norte, calle 6 al oriente, carrera 43 al norte y avenida de Las Américas al oriente.
- Avenida calle 13 al occidente: carrera 40 al norte, calle 24 al occidente, “oreja” para tomar carrera 50 al sur, calle 22 al occidente, carrera 56 al sur y avenida calle 13 al occidente.
- Avenida calle 13 al oriente: carrera 65 al norte, calle 17 al oriente, carrera 50 al norte, calle 21 al oriente, carrera 40 al sur y avenida de Las Américas al oriente.
- Carrera 43 al sur: carrera 36 al norte, calle 24 al occidente, carrera 40 al norte, retorno al sur por carrera 40, avenida de Las Américas al oriente, carrera 36 al sur, calle 12 al occidente, carrera 44 al norte, calle 12a al oriente y carrera 43 al sur hasta llegar a calle 6.
Un hito en la ingeniería urbana de la capital
La implosión controlada y la futura construcción de la intersección de tres niveles se proyectan como una obra de gran impacto en términos de conectividad, seguridad vial y reducción de la congestión. Con esta decisión, Bogotá no solo da inicio a la transformación de una de sus vías más importantes, sino que también marca un hito en la ingeniería urbana del país, al ser la primera vez que se emplea esta técnica de demolición controlada en puentes vehiculares.

El megaproyecto de la nueva calle 13 representa un paso fundamental en la modernización de la infraestructura de la capital, con beneficios directos para peatones, ciclistas, usuarios de transporte público y conductores particulares. Se trata de una intervención estratégica que sentará las bases de una movilidad más eficiente y sostenible para el futuro de la ciudad.