El emblemático funicular del Santuario de Monserrate, uno de los sistemas de transporte más antiguos y representativos de Bogotá, será objeto de una renovación profunda que transformará su infraestructura interna y garantizará su operación segura, eficiente y sostenible por las próximas décadas. La intervención, que se extenderá durante cinco meses, forma parte de un plan de modernización integral que también incluye una futura renovación del teleférico, asegurando la continuidad del servicio en uno de los destinos turísticos más visitados de Colombia.
Todos los días, cientos de personas ascienden y descienden el cerro de Monserrate, ya sea a pie, en teleférico o en funicular. Desde las primeras horas de la mañana, los deportistas suben por las escaleras, mientras que a partir de las 7:00 a.m., los visitantes comienzan a llegar por los dos sistemas de transporte que conectan la ciudad con el santuario, sin importar la época del año. Este flujo constante refleja la relevancia cultural, espiritual y turística del cerro, considerado por muchos como el principal punto turístico de Bogotá.
El funicular de Monserrate, con casi 100 años de funcionamiento continuo, fue inaugurado el 18 de agosto de 1929 gracias a la gestión del capellán del santuario, padre Greforino Ocampo, y el respaldo de monseñor Bernardo Herrera Restrepo. Su construcción estuvo a cargo de dos compañías suizas, que introdujeron en la capital colombiana una tecnología de vanguardia para la época. Desde entonces, este sistema ha permitido que millones de personas, tanto locales como turistas de todo el mundo, asciendan los cerros orientales para visitar el santuario, disfrutar de los miradores y contemplar una de las vistas panorámicas más impresionantes de la ciudad.
Así Será La Modernización del Teleférico y Funicular De Monserrate En Bogotá
Con el paso del tiempo, el funicular se ha mantenido operativo gracias a tareas de mantenimiento y mejoras parciales; sin embargo, su estructura mecánica y tecnológica ya ha superado su vida útil recomendada. Según Alejandro Zambrano, director general de Doppelmayr Colombia, empresa encargada del proyecto y filial del grupo austríaco Doppelmayr, líder mundial en la construcción de teleféricos y sistemas de transporte por cable, esta renovación busca modernizar integralmente el sistema, cuya vida útil se estima en unos 50 años. “Monserrate llevaba tiempo planificando esta renovación y abrió un proceso interno y privado de licitación, en el que fuimos seleccionados”, explicó Zambrano, destacando que la intervención permitirá asegurar la operación continua del sistema durante las obras futuras del teleférico.
El proyecto tiene como propósito preparar el funicular para asumir toda la carga de pasajeros en el momento en que el teleférico sea sometido a su propia renovación, proceso que requerirá suspender su operación durante aproximadamente un año. Por ello, se busca que el funicular cuente con una infraestructura completamente actualizada y capaz de soportar una demanda mucho mayor a la actual.
La renovación no será total, sino parcial pero estratégica, enfocada en reemplazar los componentes esenciales para garantizar seguridad, eficiencia y confiabilidad. Se efectuará la sustitución completa del equipo motriz, incluyendo el motor principal, el reductor, los frenos de servicio y de emergencia, así como el volante. Además, se reemplazará el cable de tracción y guiado que conecta y moviliza las cabinas, uno de los elementos más importantes del sistema.
De igual forma, se instalará un nuevo sistema de control y automatización, con tecnología de monitoreo avanzado que permitirá detectar en tiempo real cualquier irregularidad en el funcionamiento, cumpliendo con los más altos estándares internacionales de seguridad. Esto permitirá ofrecer una experiencia de transporte más confiable y eficiente para los usuarios, al tiempo que se optimiza el consumo energético y los recursos operativos.
según explicó Alejandro Zambrano “Para el visitante, la cabina será la misma, pero en realidad viajará en un sistema completamente nuevo, lo que garantiza más fiabilidad, eficiencia en el uso de recursos y, sobre todo, seguridad en el transporte”, además recalcó que el diseño conservará la estética tradicional del funicular, manteniendo su valor histórico y patrimonial, pero con una estructura interna totalmente renovada.
El cronograma de obra fue cuidadosamente planificado para evitar interferencias con los periodos de alta afluencia turística, como Semana Santa, las vacaciones de mitad de año y la temporada decembrina, cuando el cerro recibe el mayor número de visitantes. Según Zambrano, la intervención está prevista para cinco meses en el año 2027, tiempo durante el cual se ejecutarán los trabajos principales.
Antes del inicio de las obras, se llevará a cabo una fase de diseño y planeación, seguida por la fabricación e importación de los equipos desde Suiza y Austria, países que poseen la tecnología más avanzada en sistemas funiculares. Posteriormente, entre junio y octubre de 2027, se realizará la instalación de los nuevos componentes, para luego iniciar un periodo de pruebas técnicas en noviembre, garantizando que el sistema esté completamente listo y operativo para la temporada navideña, una de las más importantes del año para el santuario.
Uno de los aspectos más complejos del proyecto será la logística de transporte e instalación de los nuevos equipos, debido a las características del terreno. El cerro no cuenta con vías de acceso vehicular directo y se encuentra junto a la avenida Circunvalar, una de las arterias de tráfico más congestionadas de Bogotá. “Tenemos muy poco espacio de trabajo, el cerro no tiene vía de acceso y bordea la Circunvalar, que es de alto tráfico. Tendremos que transportar equipos de hasta cinco toneladas con mecanismos que deberemos idear y, en algunos casos, montar manualmente”, explicó el CEO de Doppelmayr Colombia.
Pese a las dificultades, la empresa confía en que la planificación técnica y la experiencia internacional permitirán ejecutar la obra con éxito, cumpliendo los tiempos previstos. Una vez concluida la intervención, el funicular mantendrá su aspecto visual tradicional, pero su interior contará con un sistema totalmente nuevo, lo que reducirá drásticamente el riesgo de fallas mecánicas o eléctricas que pueden presentarse en sistemas con décadas de operación.
Actualmente, el funicular alcanza una velocidad máxima de 3 metros por segundo, lo que permite transportar aproximadamente 500 personas por hora en cada sentido. Con la modernización, esta velocidad aumentará a 5 metros por segundo, elevando la capacidad de transporte a 850 personas por hora, lo que representa un incremento del 60 %. Este avance permitirá reducir considerablemente las filas, que durante las temporadas de mayor afluencia pueden extenderse hasta por hora y media, e incluso más durante Semana Santa, cuando miles de personas acuden al santuario.
De esta manera, el proyecto de modernización del funicular no solo representa una mejora técnica significativa, sino también un compromiso con la preservación del patrimonio histórico de Bogotá. Monserrate, con su mezcla de espiritualidad, tradición e ingeniería, continuará siendo un símbolo de la capital, ahora más seguro, eficiente y preparado para recibir a las generaciones futuras. Esta renovación se convierte así en un paso esencial hacia la modernización sostenible del patrimonio turístico de la ciudad, combinando respeto por la historia con innovación tecnológica al servicio de los ciudadanos y visitantes de todo el mundo.
Luego de esta importante transformación se iniciarán las obras con el teleférico, trabajos que serían, muy probablemente, una modernización integral similar, pero adaptada a las particularidades técnicas de este sistema aéreo. Así como el funicular tendrá un nuevo motor, reductor y frenos, el teleférico requerirá la renovación del sistema motriz que impulsa las cabinas, incluyendo el motor eléctrico, los sistemas de transmisión y los frenos de emergencia.
Esto es esencial, ya que el actual equipo tiene varias décadas de uso continuo y una vida útil limitada. Uno de los elementos más sensibles del teleférico es el conjunto de cables que sostienen y movilizan las cabinas. Sería necesario reemplazar tanto el cable tractor (que impulsa las cabinas) como el cable portador, garantizando la máxima seguridad y un funcionamiento más estable, especialmente ante condiciones de viento o lluvia.
Asimismo, Las actuales cabinas del teleférico, aunque icónicas, podrían ser reemplazadas o renovadas con materiales más ligeros y resistentes, sistemas de ventilación mejorados, vidrios panorámicos de alta seguridad y un diseño que conserve la identidad histórica, pero con una experiencia más moderna y accesible para los visitantes.