Hace aproximadamente diez años comenzó en Antioquia la construcción de las autopistas de Cuarta Generación (4G), un programa vial que surgió con la promesa de transformar la conectividad del departamento y mejorar de manera sustancial la relación de Medellín y el resto de la región con el país. Hoy, tras una década de trabajo, el balance es significativo: de los 10 proyectos 4G que atraviesan suelo antioqueño, siete ya están en operación plena y dos más, Mar 2 y Magdalena 2, están a punto de concluir para entrar en funcionamiento en los próximos meses. La única autopista que quedará pendiente por entregar en su totalidad será Pacífico 1, que presenta retrasos en tramos bajo la responsabilidad del Gobierno Nacional.
Por el departamento pasan proyectos clave como Pacífico 1, Pacífico 2, Pacífico 3, Mar 1, Mar 2, Vías del Nus, Magdalena 2, Conexión Norte, IP Antioquia-Bolívar y la Bucaramanga-Barrancabermeja-Yondó. De estas, ya están en servicio Mar 1, Pacífico 2, Pacífico 3, Vías del Nus, Conexión Norte, parte de la IP Antioquia-Bolívar que atraviesa Antioquia y la Unidad Funcional de Bucaramanga-Barrancabermeja-Yondó en el tramo correspondiente al departamento.
El vicepresidente Ejecutivo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Roberto Uparela, indicó a finales de agosto de 2025 que tanto Mar 2 como Magdalena 2 ya cuentan con varias Unidades Funcionales (UF) habilitadas y con un avance general cercano al 100 %, aunque aún faltan detalles técnicos y constructivos para que las vías queden completamente terminadas y pasen a etapa de operación y mantenimiento.
Autopista al Mar 2: la conexión directa con Urabá

La autopista Mar 2 es una de las obras más ambiciosas en ejecución en Antioquia. Este corredor vial tiene una extensión de 256 kilómetros entre Dabeiba y Necoclí, en el Urabá antioqueño, y hace parte de la ruta definitiva que conectará a Medellín con el mar de Urabá. La conexión completa estará conformada por Mar 1 (ya operativa), el Túnel del Toyo (actualmente en construcción) y Mar 2.
El vicepresidente de la ANI, Roberto Uparela, quien visitó la obra recientemente, destacó el impacto que esta infraestructura genera en los territorios: “Queda uno con satisfacciones interesantes al ver cómo esta infraestructura transforma a los territorios y las comunidades mediante conectividad, desarrollo económico y oportunidades de crecimiento”.
Según informó la concesión Autopistas de Urabá S.A.S., el proyecto presenta un avance de 99,32 % a junio de 2025. Lo único pendiente es la culminación de un túnel falso en el municipio de Uramita (Unidad Funcional 1) y la conexión de la variante de Mutatá con el puente 17 (Unidad Funcional 4). Mientras tanto, la concesión continúa con las labores de operación y mantenimiento en las seis unidades funcionales que integran el proyecto.
Los retos que enfrentó esta obra fueron múltiples. El terreno presentó complejas condiciones geográficas y geológicas, lo que obligó a la construcción de 62 puentes a lo largo del corredor y la ejecución de 13 túneles, siendo el más extenso el de Fuemia, con 2,2 kilómetros. A ello se sumaron dificultades relacionadas con los tiempos de obtención de licenciamientos ambientales y con la adquisición de predios, muchos de los cuales estaban vinculados a procesos de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), por tratarse de áreas afectadas por la violencia en décadas pasadas.
Antioquia se Alista para la Inauguración Completa de las Autopistas 4G Mar 2 y Magdalena 2
El contrato de concesión fue firmado en 2015 y tiene una duración de 29 años y medio, por lo que Autopistas de Urabá S.A.S. continuará operando la vía hasta el año 2045. La inversión total del proyecto asciende a 2,57 billones de pesos, calculados a precios de 2015.
En materia de movilidad, el beneficio ya es palpable: los usuarios experimentan una reducción de dos horas en el tiempo de viaje entre los municipios de Cañasgordas y Necoclí, gracias a que la vía está diseñada para operar a 80 km/h. Esto se traduce en ahorros significativos en costos de rodamiento y combustible, además de mejorar las condiciones para el transporte de carga y pasajeros. Esta mejora cobra aún más relevancia con la entrada en operación de Puerto Antioquia, prevista para finales de 2025, que convertirá a la región en un nodo estratégico para la logística y el comercio exterior. Asimismo, el turismo se verá fortalecido, pues los habitantes de Medellín estarán mucho más cerca del mar de Urabá.
Autopista Magdalena 2: la ruta clave hacia la Costa Atlántica

La segunda gran obra en etapa de finalización es la Autopista al río Magdalena 2, que conecta los departamentos de Antioquia y Santander, atravesando los municipios antioqueños de Puerto Berrío, Maceo, Yolombó, Yalí, Vegachí y Remedios, además de llegar al municipio de Cimitarra, en Santander.
El avance del proyecto es casi total, pasando de un 36 % a un 99 % durante el actual Gobierno, según indicó Roberto Uparela. La meta es que la obra esté finalizada y en operación en el mes de octubre de 2025.
El proyecto se ha desarrollado en varias Unidades Funcionales. En febrero de 2025 se puso en funcionamiento la Unidad Funcional 2, que conecta Vegachí con el Alto de Dolores (Maceo) a lo largo de 34,8 km de vía nueva, en calzada sencilla. Actualmente, el único tramo pendiente es la Unidad Funcional 1, que conecta Remedios con Vegachí en el Nordeste antioqueño. Mientras culminan estas obras, los usuarios deben transitar por la actual vía departamental, la cual presenta restricciones para vehículos de carga.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, subrayó la importancia de esta vía, pues permitirá acercar a Medellín con el Nordeste y el Bajo Cauca: “Una vez esté finalizada, estaremos, desde Medellín, más cerca de Caucasia, más cerca del Nordeste del departamento, a cuatro horas del Bajo Cauca y con las mejores especificaciones”. Además, el corredor se convertirá en la principal ruta hacia la Costa Atlántica, gracias a su empalme con la Conexión Norte, lo que abrirá un tránsito más directo hacia el mar Caribe.
La relevancia de esta obra se amplifica si se tiene en cuenta que la vía actual presenta múltiples problemas: deterioro, curvas peligrosas y dificultades de orden público. En varias ocasiones, la movilidad se ha visto interrumpida por la instalación y detonación de artefactos explosivos en la zona, lo que incrementa la urgencia de contar con un corredor moderno, seguro y de especificaciones técnicas adecuadas.
Pacífico 1: la deuda pendiente
Estos son los factores que aun impiden la culminación total de Conexión pacifico 1
Con la entrada en operación de Mar 2 y Magdalena 2, solo restará la culminación de la autopista Pacífico 1, que aunque presenta un 96 % de avance, enfrenta retrasos en tramos específicos que no están bajo responsabilidad de la concesión sino del Instituto Nacional de Vías (Invías).
Las obras pendientes incluyen el intercambiador vial de Primavera, 3,5 kilómetros que permanecen en calzada sencilla, la ampliación del peaje de Amagá, las intervenciones necesarias en La Arenera, la rehabilitación del sector Repecho-Sinifaná, así como la construcción de un bitúnel en Sinifaná para garantizar la conexión directa con la autopista Pacífico 2.
De acuerdo con el gobernador Andrés Julián Rendón, la finalización de estos trabajos requiere una inversión estimada en 1,8 billones de pesos, recursos que deberán ser aportados por el Gobierno Nacional para evitar que el proyecto quede inconcluso y conserven su propósito de mejorar la conectividad del Suroeste antioqueño con el resto del país.
Con estas entregas, Antioquia se aproxima a consolidar uno de los programas de infraestructura vial más importantes en su historia. La finalización de las autopistas Mar 2 y Magdalena 2 no solo representará una transformación en tiempos de viaje, reducción de costos y mayor seguridad, sino que también abrirá la puerta a nuevas oportunidades logísticas, turísticas y comerciales que tendrán un impacto decisivo en la economía regional y nacional.