A 2.516 metros sobre el nivel del mar, en el municipio de Mosquera (Cundinamarca), avanza uno de los proyectos deportivos más ambiciosos del país: la construcción del velódromo de altura, una infraestructura concebida para cumplir los más altos estándares de la Unión Ciclística Internacional (UCI) y posicionarse como un referente regional para el ciclismo de pista. El complejo deportivo del Ministerio del Deporte ubicado en el sector de Ciudadela Novaterra, sobre la vía que conecta a Bogotá con La Mesa y Girardot, ha capturado la atención de miles de personas que diariamente han transitado por este sector desde el inicio de su construcción por su forma imponente y su magnitud estructural.
Desde que la obra comenzó a tomar forma, el velódromo se ha proyectado como un epicentro para el desarrollo, la tecnificación y la competencia del ciclismo colombiano, y con el paso de los meses se reafirma como una infraestructura única en su tipo. El escenario contará con un área total de 15.522 metros cuadrados, donde se instalará una pista de madera de 250 metros de longitud por 8 metros de ancho, diseñada exactamente bajo las especificaciones técnicas requeridas por la UCI para albergar competencias nacionales e internacionales de máxima categoría.
El complejo integrará una amplia gama de espacios especializados que fortalecen su vocación de alto rendimiento. Entre ellos se encuentran camerinos, baños, zonas de hidromasaje, cuartos de entrenamiento, un área para control antidopaje, enfermería, consultorios médicos, salas de juntas, espacios de reuniones y oficinas. También dispondrá de salas de conferencias, zonas para prensa, cabinas de locución, un completo Puesto de Mando Unificado (PMU), además de parqueaderos, áreas peatonales y zonas verdes que acompañarán la experiencia deportiva y recreativa.
En cuanto al aforo, la infraestructura ha evolucionado desde las proyecciones iniciales. Mientras los primeros informes mencionaban una capacidad para 1.500 espectadores, los ajustes arquitectónicos más recientes confirman que el escenario contará con 2.093 aficionados, distribuidos en graderías generales y zonas VIP, fortaleciendo su capacidad para recibir eventos de gran escala. A esto se suman taquillas, locales comerciales, espacios públicos y áreas urbanísticas pensadas para optimizar la movilidad y comodidad de los visitantes.
La inversión total del proyecto asciende a 98.471 millones de pesos, de los cuales el Ministerio del Deporte aportó 60.000 millones, mientras que el monto restante es asumido por la Gobernación de Cundinamarca y el municipio de Mosquera. Esta alianza interinstitucional no solo permite una infraestructura moderna y altamente equipada, sino que también ha dinamizado la economía local al generar 2.186 empleos directos durante su fase constructiva.
Este velódromo representa un legado para las nuevas generaciones de deportistas, ya que permitirá fortalecer la formación de talentos, impulsar el alto rendimiento y promover el deporte como estilo de vida. Además, se proyecta como un nodo de desarrollo regional y un referente continental para la práctica del ciclismo de pista.
La información divulgada en octubre de 2025 por el Ministerio del Deporte indicaba que la obra ya superaba el 70 % de avance, un progreso significativo que según la entidad permitió iniciar con la instalación de la cubierta tal como se muestra en las imágenes, para posteriormente iniciar con el montaje de la pista.
En noviembre y diciembre de 2025, se realizaron nuevas visitas de seguimiento encabezadas por la ministra del Deporte, Patricia Duque, junto con su equipo técnico y administrativo. Durante este recorrido se llevó a cabo una mesa de información en la que participaron áreas de ingeniería, arquitectura, sectores económicos y administrativos vinculados al proyecto. En esta sesión se confirmó que el porcentaje de ejecución no ha avanzado según los esperado debido a ajustes metodológicos, reprogramaciones y aspectos constructivos que obligaron a redefinir el cronograma.
Así Avanza el Velódromo de Altura de Mosquera la Obra Deportiva Más Ambiciosa de Cundinamarca
Los equipos técnicos explicaron que aún restan etapas cruciales, como la instalación definitiva de la pista y de la fachada del recinto, procesos altamente especializados que demandarán aproximadamente 4 meses adicionales de trabajo. Con base en estas actualizaciones, se estima que la entrega total del velódromo podría realizarse hacia finales de marzo o comienzos de abril de 2026, siempre bajo seguimiento técnico riguroso y verificaciones permanentes que permitan por fin inaugurar este importante complejo deportivo.
Pese a los retrasos, la ministra y las autoridades técnicas coincidieron en que la obra avanza en diferentes puntos dentro y fuera del proyecto, como en la construcción de las pistas y la colocación de la fachada del velódromo y que conserva plenamente la viabilidad financiera, administrativa y constructiva para ser completado dentro del plazo proyectado. Asimismo, se acordó fijar un nuevo punto de control para el 15 de diciembre, con el fin de evaluar nuevamente los avances, verificar hitos constructivos y ajustar el cronograma final de entrega.
Más allá de su enfoque competitivo, el velódromo de Mosquera representa una apuesta por el desarrollo integral del territorio. Se trata de una obra que potenciará la formación de ciclistas, reforzará la oferta de infraestructura deportiva en Cundinamarca y contribuirá a consolidar al país como potencia en ciclismo de pista. Al mismo tiempo, su diseño urbano y sus zonas complementarias fortalecen procesos de integración comunitaria, movilidad peatonal y recreación.
El proyecto no solo responde a una necesidad deportiva, sino que también se convierte en un dinamizador de la economía, un laboratorio para la innovación arquitectónica y un símbolo del compromiso nacional con el deporte y el bienestar ciudadano.
Y como si fuera poco el municipio no solo contara con este nuevo escenario deportivo para ciclistas, sino también un nuevo escenario para la práctica de futbol, este se trata del nuevo estadio de Mosquera, un proyecto que desde su concepción prometía posicionarse como uno de los mejores del país y el mejor de Cundinamarca.
Lastimosamente y tal como sucede con el velódromo, la obra no ha estado exenta de polémicas y de múltiples aplazamientos de culminación a causa de cambios en algunos aspectos constructivos que han postergado una y otra vez su fecha de entrega oficial.
El estadio contará con un aforo para 5.400 espectadores y diversas instalaciones de primer nivel, entre ellas:
Un área de 9.000 m² de grama, que garantiza condiciones óptimas para la práctica deportiva.
Graderías que ofrecen una experiencia cómoda y segura para los espectadores.
Camerinos completamente equipados para los equipos participantes.
Sala de masajes para la recuperación de los atletas después de los encuentros.
Zona de calentamiento para preparar a los deportistas antes de las competiciones, contribuyendo así a prevenir lesiones.
Una vez completado, este estadio no solo será un espacio para la práctica deportiva, sino también un punto de encuentro para la comunidad, fomentando la actividad física y el bienestar entre sus habitantes. Además, el estadio podría ser utilizado por equipos del futbol profesional colombiano, siempre y cuando el recinto cumpla con los requisitos para poder albergar partidos oficiales de la liga colombiana.