La modernización de la infraestructura carretera en Nuevo León avanza a paso firme con la construcción de la Carretera Interserrana, un proyecto estratégico que busca detonar el desarrollo económico del sur del estado, fortalecer el comercio exterior hacia la frontera norte y ofrecer una alternativa vial de altas especificaciones a los ejes troncales nacionales. Esta obra, considerada como una de las más relevantes para la administración estatal, ha sido supervisada de manera constante por el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, quien recientemente confirmó que los trabajos del tercer y último tramo presentan un avance físico del 86%, con una proyección de conclusión total en los próximos 10 meses.
El proyecto contempla la construcción de una carretera de tipo A4, con cuatro carriles —dos por sentido—, acotamientos y separadores centrales, a lo largo de una longitud total de 87 kilómetros. Esta vía de altas especificaciones conectará de manera eficiente las regiones sur y citrícola del estado con la zona metropolitana de Monterrey y, a su vez, con corredores estratégicos que conducen a puntos clave en el noreste mexicano como Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y la Carretera 57, vía por la cual se articula buena parte del comercio exterior terrestre con los Estados Unidos.
Entre los municipios que atravesará la Carretera Interserrana se encuentran Galeana, Hualahuises, Iturbide, Linares, Montemorelos y Rayones, lo que permitirá no solo facilitar el tránsito intermunicipal, sino también mejorar de forma significativa el acceso a comunidades rurales que históricamente han enfrentado limitaciones de conectividad. La obra, además de reducir de manera considerable los tiempos de traslado —hasta en hora y media, según cifras oficiales—, incrementará la seguridad de los usuarios al disminuir las posibilidades de accidentes vehiculares, pues sustituirá rutas tradicionales de menor especificación y compleja topografía.
Durante una reciente gira de supervisión de obras por el sur del estado, el mandatario estatal, acompañado del Subsecretario de Infraestructura de la Secretaría de Movilidad y Planeación Urbana, José Francisco Ibargüengoytia Borrego, recorrió cuatro de los puentes y distribuidores principales que se construyen como parte de este ambicioso proyecto. En dicha visita se constató el significativo progreso en el Distribuidor Vial San Roberto, considerado el más complejo de la obra, con una longitud de 900 metros lineales y un avance actual también del 86%.

El proyecto incluye, además del Distribuidor San Roberto, la edificación de otros dos distribuidores: uno en El Ejido de Tokio y otro en el sector conocido como ‘Y de arriba’. Estas estructuras serán clave para facilitar el tránsito de carga pesada proveniente de Saltillo, San Luis Potosí, Matehuala y Ciudad de México hacia Monterrey y posteriormente a la frontera norte, lo que permitirá a los vehículos de carga cambiar del corredor de la Carretera 57 a la Carretera Nacional, tomando el periférico metropolitano de Monterrey y acortando su trayecto hacia Estados Unidos.
Uno de los puntos críticos supervisados durante el recorrido fue el cruce a la altura del Ejido Tokio, frente a un destacamento de Fuerza Civil. Al respecto, el gobernador García Sepúlveda enfatizó que la nueva vía contará con blindaje total, mediante patrullaje y presencia permanente de seguridad pública, para garantizar la seguridad de usuarios y transportistas, lo cual resulta indispensable en una carretera que se proyecta como un corredor prioritario para el comercio exterior.
El Subsecretario Ibargüengoytia Borrego explicó que la obra contempla la ampliación de la corona vial de 10 a 23 metros de ancho para habilitar los cuatro carriles previstos, y señaló que en los próximos días iniciarán los trabajos de colocación de carpeta asfáltica sobre los puentes y rampas. Asimismo, anunció que en un plazo aproximado de tres meses se prevé articular en cuatro carriles los primeros 18 kilómetros de la vía, lo que representará un importante avance hacia la liberación del tránsito vehicular proveniente de Matehuala, Saltillo y Monterrey con destino a la Carretera 85 y a la Carretera Nacional.
En términos medioambientales, se realizan actualmente gestiones para obtener los permisos federales requeridos, como la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), particularmente en zonas sensibles como el cruce sobre el río ubicado en el kilómetro 73 de la ruta. A la par, se ejecutan trabajos de canalización para agua y adecuación de obras inducidas, como el cruce de líneas de agua potable, garantizando así que la infraestructura se construya con pleno respeto a las normativas ambientales y a la prestación continua de servicios básicos.

La Carretera Interserrana, cuya longitud se ha precisado en diversos reportes como de 81.459 kilómetros y en otros como de 87 kilómetros —en función de tramos funcionales y ampliaciones—, tiene como objetivo primordial fortalecer la conectividad del centro y sur de Nuevo León con los mercados y corredores logísticos internacionales. Entre sus beneficios se encuentran la mejora en la velocidad de operación global de viaje, la reducción de la congestión vehicular, menores tiempos de recorrido, disminución en los costos de operación vehicular y un significativo impulso al fenómeno del nearshoring que vive la entidad.
Gracias a esta nueva vialidad, el traslado de mercancías destinadas a exportación e importación se volverá más ágil y seguro, lo que representa un incentivo clave para la competitividad logística entre México y Estados Unidos. Además, se espera que esta obra contribuya a disminuir la contaminación ambiental, al reducir los tiempos de traslado y evitar congestionamientos en zonas urbanas.
De manera particular, el proyecto busca detonar el potencial de desarrollo económico y social de las regiones sur y citrícola del estado, tradicionalmente marginadas en términos de infraestructura y oportunidades económicas. Con la llegada de una vía de altas especificaciones, se abrirán nuevas posibilidades para el crecimiento del turismo, la atracción de inversiones y la instalación de empresas vinculadas a las cadenas de valor exportadoras.
En palabras del gobernador Samuel García, la Carretera Interserrana se convertirá en un “carreterón de carga” que revolucionará el tránsito de mercancías en la región. Los tiempos de traslado se reducirán hasta en hora y media, ofreciendo una vía mucho más rápida, segura y moderna que las opciones actuales. La expectativa es que, al concluir los trabajos en un plazo de 10 meses, los vehículos de carga pesada ya no tengan que subir a la autopista Saltillo ni cruzar la zona metropolitana de Monterrey, lo que permitirá liberar esta área urbana y optimizar la logística regional.

La conclusión de los 34 kilómetros que comprenden el tramo 3, entre San Roberto, la Carretera 57 y Galeana, marcará un antes y un después en la infraestructura carretera de Nuevo León. Este segmento, en particular, representará una alternativa moderna y eficiente a los ejes troncales nacionales, contribuyendo a disminuir costos logísticos y a consolidar la posición estratégica del estado como puerta de entrada y salida comercial hacia el mercado estadounidense.
Con una obra que registra ya un 86% de avance, distribuidores viales estratégicos en construcción, permisos ambientales en trámite, obras hidráulicas en marcha y una proyección de entrega total en 10 meses, la Carretera Interserrana se perfila como uno de los proyectos carreteros más relevantes del noreste del país, una infraestructura que no solo modernizará el traslado de personas y mercancías, sino que consolidará el desarrollo integral de Nuevo León y su papel como nodo logístico nacional e internacional.