Después de varios años de espera, análisis técnicos y discusiones institucionales, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) presentó oficialmente el Plan Maestro de ampliación del Aeropuerto Internacional José María Córdova de Rionegro, el principal terminal aéreo del departamento de Antioquia. Este documento, que define la hoja de ruta para el desarrollo aeroportuario hasta el año 2055, revelo un cambio trascendental en las proyecciones iniciales del proyecto: el costo total de la ampliación ya no será de $15 billones, sino de $22 billones, una cifra que ha despertado incertidumbre tanto por su magnitud como por el contexto político y financiero en el que se presenta.
El nuevo valor del proyecto fue una de las principales conclusiones del estudio técnico elaborado por la firma consultora seleccionada por la Aerocivil. Sin embargo, más allá del incremento económico, el anuncio ha generado debate por el modelo contractual propuesto, que según varios expertos y actores políticos podría afectar la estabilidad de la concesión que actualmente garantiza el funcionamiento del aeropuerto. En particular, se ha advertido que el esquema de contratación planteado pondría en una situación delicada a la empresa Airplan, encargada de la operación de la terminal y cuya concesión está vigente hasta el año 2048.
El debate gira principalmente en torno a la primera fase del proyecto, que según el nuevo Plan Maestro se ejecutaría mediante un contrato de tipo “llave en mano”, modelo que implicaría que la financiación provenga de los ingresos regulados del aeropuerto. Dichos ingresos, hasta el momento, han sido administrados por Airplan bajo los términos de la concesión vigente.
El documento presentado a comienzos de este mes de octubre representa el resultado de un proceso que lleva casi una década de discusión. La necesidad de una segunda pista para el aeropuerto internacional de Medellín se ha venido debatiendo desde el año 2016, cuando los primeros estudios técnicos evidenciaron que la infraestructura existente alcanzaría su límite operativo entre los años 2034 y 2038. Ante ese panorama, el Gobierno Nacional tomó en 2017 una de las primeras decisiones estructurales: congelar 444 predios equivalentes a 406 hectáreas para proteger el área necesaria destinada a la futura pista, evitando que la especulación inmobiliaria encareciera los costos del proyecto.

En esa misma época se definieron tres fases iniciales de trabajo. La primera se concentraría en la planificación y gestión predial; la segunda, prevista entre 2027 y 2036, correspondería a la ejecución de las obras de ampliación; y una tercera se enfocaría en el desarrollo de infraestructura complementaria. No obstante, las dificultades administrativas y la complejidad de la gestión de los predios hicieron que esas fases quedaran suspendidas durante varios años, lo que llevó a que el tema se estancara en medio de cambios de gobierno y prioridades políticas.
El panorama cambió radicalmente en 2022, cuando el crecimiento del tráfico aéreo se aceleró de manera inesperada. En tan solo unos años, el aeropuerto pasó de operar con una capacidad máxima para 11 millones de pasajeros a movilizar 13,5 millones en ese mismo año. En 2023, la cifra fue de 12,2 millones, y en 2024 se registró el récord histórico de 13,7 millones de pasajeros, superando ampliamente la capacidad técnica para la cual había sido diseñada la terminal. Estos datos dejaron en evidencia que el Plan Maestro de 2016 había quedado obsoleto y que era necesario elaborar un nuevo estudio con proyecciones más realistas y ambiciosas.
La nueva versión del plan, elaborada por la firma consultora bajo la supervisión de la Aerocivil, debía estar lista para finales de 2024, pero su entrega se retrasó, y finalmente fue presentada en el segundo semestre de este año. Entre los aspectos técnicos más relevantes se establece que la segunda pista tendrá una longitud de 4 kilómetros, igual que la pista existente, la cual también deberá ampliarse para garantizar la operación de aeronaves de gran tamaño y permitir vuelos simultáneos. Este diseño busca fortalecer la capacidad de Medellín como uno de los principales centros de conexión aérea del país y la región.

El nuevo Plan Maestro divide el desarrollo del aeropuerto en tres fases. La primera, comprendida entre 2025 y 2030, contempla la adquisición de todos los predios necesarios; la segunda, entre 2030 y 2035, se enfocará en los movimientos de tierra, construcción de la nueva pista y edificación de una nueva terminal de pasajeros; mientras que la tercera fase, programada entre 2035 y 2055, incluirá nuevas ampliaciones y mejoras de infraestructura asociadas a la expansión aeroportuaria.
Sin embargo, el aumento del costo total a $22 billones, es decir, $7 billones más que lo proyectado inicialmente, ha generado preocupación en distintos sectores del departamento, sobre todo porque la cifra se presenta en un contexto en el que el Gobierno Nacional ha sido reacio a aprobar recursos para grandes proyectos de infraestructura en Antioquia. Esta situación ha llevado a varios líderes regionales a expresar su temor de que el plan no se materialice si no se garantiza una estructura financiera clara y estable.
Aunque expertos consideran que el plan sería acogido “tal cual” por la Aerocivil, la entidad se tomará unos días para estudiar el documento completo y analizar las preguntas y preocupaciones expresadas por diferentes sectores y la comunidad durante la entrega. En caso de aceptar la propuesta, la Aerocivil deberá emitir una resolución en los próximos días para acogerlo.

A pesar de las tensiones políticas, el nuevo estudio de la Aerocivil es considerado un paso fundamental para el futuro aéreo del departamento. Su adopción podría permitir que Antioquia mantenga su liderazgo logístico y comercial en el país, consolidando al Aeropuerto José María Córdova como un nodo estratégico para la conectividad nacional e internacional. De hecho, la ampliación de la pista y la nueva terminal no solo buscan aumentar la capacidad operativa, sino también mejorar los estándares de servicio, seguridad y sostenibilidad ambiental, alineándose con las tendencias globales de aviación moderna.
Así Será El Plan Para Modernizar Y Ampliar El Aeropuerto José María Córdova De Rionegro
El Plan Maestro 2024-2055 representa mucho más que una actualización técnica: es el punto de partida de una discusión sobre cómo debe planificarse la infraestructura estratégica del país, quién debe financiarla y bajo qué condiciones. En las próximas semanas, la Aerocivil deberá decidir si adopta o no este ambicioso proyecto, cuyas implicaciones económicas, contractuales y políticas marcarán el rumbo del transporte aéreo en Antioquia y en Colombia durante las próximas tres décadas.
Lo cierto es que el reto no será solo técnico, sino también institucional, pues el éxito de esta expansión dependerá de la capacidad del Estado, las autoridades locales y el sector privado para construir consensos alrededor de un proyecto de $22 billones que, de concretarse, transformará de manera definitiva el futuro del aeropuerto más importante del departamento.