El norte del Perú se prepara para vivir una nueva era en infraestructura deportiva. El Gobierno Regional de Piura ha dado inicio oficial a la reconstrucción del Estadio Miguel Grau, una obra emblemática que busca devolverle a la región un recinto de primer nivel, acorde con los estándares internacionales y la pasión futbolera que caracteriza a su población. Con una inversión que bordea los S/ 200 millones, este megaproyecto representa una de las iniciativas más ambiciosas en materia deportiva de los últimos años en el país.
El proyecto no solo contempla la renovación completa del histórico estadio del club Atlético Grau, sino que aspira a convertirlo en el principal epicentro deportivo del norte peruano. Con una capacidad proyectada para más de 20,000 espectadores, el nuevo Miguel Grau contará con tribunas completamente techadas, butacas individuales, césped tipo bermuda certificado para competencias oficiales, sistema VAR, iluminación LED de última generación, pantallas gigantes y espacios adecuados para el trabajo de la prensa y medios de comunicación. Además, se renovarán integralmente los camerinos, la zona mixta, las áreas de prensa, los accesos, las rutas de evacuación y la fachada arquitectónica, todo con el propósito de brindar una experiencia moderna y segura tanto para los jugadores como para los asistentes.
El gobernador regional Luis Neyra León resaltó que esta obra no solo responde a una necesidad deportiva, sino también a un anhelo histórico de la región: “Estamos construyendo un estadio que no solo estará a la altura del fútbol internacional, sino que representa un acto de justicia con la historia y la pasión del pueblo piurano. Esta será la nueva casa de Atlético Grau y el corazón deportivo del norte del Perú”, declaró.

El megaproyecto comenzó a tomar forma en enero de 2024, cuando el Gobierno Regional de Piura firmó un convenio con el Instituto Peruano del Deporte (IPD), el cual cedió la administración del estadio por un período de diez años. A partir de entonces, se trabajó en los estudios preliminares y en la elaboración del expediente técnico, que hoy permite dar inicio formal a la ejecución del proyecto. La obra, que ya cuenta con buena pro adjudicada, tendrá un plazo estimado de 420 días calendario para su culminación, tras lo cual abrirá nuevamente sus puertas a miles de aficionados.
Más allá del impacto deportivo, la reconstrucción del Miguel Grau busca generar un efecto multiplicador en la economía local. Se espera que durante el periodo de construcción se generen empleos temporales, dinamizando diversos sectores como la construcción, servicios y comercio, al tiempo que se fortalece el sentido de identidad regional que el estadio ha representado históricamente para los piuranos.
Inaugurado el 7 de junio de 1958, el Estadio Miguel Grau se ha consolidado como un ícono del norte peruano. Su construcción fue impulsada en 1956 por el entonces presidente Manuel Prado y Ugarteche, con el objetivo de promover el deporte en una región con gran tradición futbolera pero carente de infraestructura adecuada. Con una capacidad inicial para 22,500 espectadores, rápidamente se convirtió en el primer gran recinto deportivo del norte del país, albergando no solo campeonatos locales y partidos memorables, sino también eventos culturales que reforzaron su papel como un espacio de cohesión social.
La historia internacional del Miguel Grau comenzó a escribirse en 2004, cuando fue seleccionado como una de las sedes oficiales de la Copa América organizada en Perú. Para ello, el estadio fue sometido a una serie de mejoras estructurales, que incluyeron renovaciones en tribunas, vestuarios y servicios. Posteriormente, en 2005, reafirmó su prestigio internacional al ser una de las sedes de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA, recibiendo a jóvenes talentos del fútbol mundial en medio de la atención mediática internacional.

Hoy, casi siete décadas después de su primera inauguración, el Estadio Miguel Grau renace con una visión moderna y ambiciosa. El nuevo proyecto busca honrar su historia, impulsar el presente deportivo de la región y proyectarse como un referente del deporte nacional e internacional, consolidando a Piura como una ciudad capaz de albergar eventos de gran envergadura y como un símbolo de orgullo para toda la región norte del Perú.