A más de 25 metros bajo la superficie del Centro Histórico de Lima, se desarrolla una de las infraestructuras más complejas y estratégicas del sistema de transporte masivo del Perú. Se trata de la Estación Central de la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, cuyo avance físico ha alcanzado el 72 % según informó recientemente el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Esta obra, que forma parte del primer tren subterráneo del país, no solo transformará la conectividad de la capital peruana, sino que también marcará un hito en la ingeniería urbana nacional, al permitir una conexión directa y subterránea con el Metropolitano, el otro gran sistema de transporte rápido de la ciudad.
Ubicada en la céntrica avenida Paseo Colón, esta estación representa uno de los puntos neurálgicos de todo el proyecto de la Línea 2, ya que desde allí se establecerá un vestíbulo de aproximadamente 180 metros de longitud que enlazará con el sistema de buses articulados. Este corredor peatonal subterráneo permitirá a los usuarios desplazarse a pie desde la avenida Garcilaso de la Vega hasta las inmediaciones de la estación central del Metropolitano, facilitando los transbordos de manera ágil y segura.
De acuerdo con el MTC, la obra civil de la estación registra un 60 % de avance específico, en medio de una serie de restricciones viales que ha implicado el cierre prolongado de arterias como la avenida Garcilaso de la Vega y la propia Paseo Colón. Sin embargo, se prevé que parte de estas vías puedan habilitarse nuevamente a partir de agosto de 2025, en función de los avances en la obra subterránea.
La Estación Central se construye en tres niveles subterráneos. El primero estará reservado al túnel ferroviario por donde circularán los trenes de la Línea 2; el segundo nivel contendrá las plataformas de embarque y desembarque de pasajeros, mientras que en el tercer nivel se ubicará el vestíbulo de conexión peatonal hacia el Metropolitano. Esta configuración permitirá una operación integrada, moderna y continua entre ambos sistemas de transporte masivo, reduciendo significativamente los tiempos de traslado en la zona céntrica de la capital.
Las excavaciones de los túneles se han realizado mediante dos máquinas tuneladoras de última generación, con un diámetro de nueve metros y una capacidad de avance promedio de 14 metros por día. Estas perforadoras no solo excavan, sino que simultáneamente instalan estructuras prefabricadas de concreto, que van dando forma a los túneles ferroviarios. Una de estas máquinas ya atravesó recientemente el área de la Estación Central, dejando habilitada la vía subterránea por donde circularán los trenes en los próximos años.

Mientras los trabajos continúan en los sectores más complejos, ya se encuentra en operación una primera sección de la Línea 2. Se trata de la Etapa 1A, que abarca cinco estaciones entre el Mercado de Santa Anita y la Estación Evitamiento. Este tramo inicial, de cinco kilómetros de longitud, se encuentra en periodo de marcha blanca, brindando servicio gratuito a los usuarios mientras se afinan los sistemas operativos y de seguridad.
Desde su apertura, más de 20 millones de personas han utilizado esta etapa, de acuerdo con datos proporcionados por los operadores del proyecto. Las estaciones de esta sección ya cuentan con una moderna infraestructura que incluye boleterías, escaleras eléctricas, ascensores, señalización digital mediante pantallas LED y un sistema de puertas automáticas en los andenes, que se abren únicamente cuando el tren se detiene, garantizando mayor seguridad para los pasajeros.
Uno de los aspectos más destacados de la Línea 2 es su sistema de seguridad integral. Cada tren cuenta con 26 cámaras de videovigilancia distribuidas en sus seis vagones —24 internas y 2 externas—, mientras que en cada estación se han instalado entre 80 y 90 cámaras, cuyo monitoreo se realiza desde un centro de control centralizado. A ello se suman botones de emergencia en el interior de los trenes, con los que los pasajeros pueden reportar incidentes como robos, emergencias médicas o comportamientos indebidos, permitiendo una rápida respuesta de los operadores en la estación más cercana.
Pese al importante avance registrado hasta la fecha, la Línea 2 del Metro de Lima aún no cuenta con una fecha oficial de culminación. El Ministerio de Transportes ha señalado que los plazos iniciales se vieron alterados debido al impacto de la pandemia de COVID-19, lo que obligó a una reevaluación técnica de los cronogramas. Desde el sector se ha manifestado que no se anunciará una fecha definitiva hasta no contar con plena certeza técnica sobre los tiempos restantes de ejecución, priorizando la continuidad de las obras sin importar el cambio de administraciones.

Una vez finalizada, la Línea 2 contará con 27 estaciones distribuidas a lo largo de un trazado de 27 kilómetros, que conectará el distrito de Ate con el Callao en aproximadamente 45 minutos, beneficiando de forma directa a cerca de 2.5 millones de limeños. Esta megaobra no solo optimizará el tiempo de viaje en una de las ciudades más congestionadas de América Latina, sino que también modernizará el sistema de transporte público urbano, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y reduciendo los niveles de contaminación ambiental.
Así, con un 72 % de avance en su Estación Central, la Línea 2 del Metro de Lima se consolida como uno de los proyectos de infraestructura más importantes y ambiciosos del Perú en la última década.