La ciudad de Bogotá alcanzó un hito sin precedentes en su historia financiera y ambiental al emitir su primer Bono Verde en el mercado internacional, una operación que marca el regreso de la capital colombiana a los mercados de capitales globales después de 18 años. Esta emisión, por un valor de 600 millones de dólares, equivalentes a 2,3 billones de pesos, permitirá financiar cuatro de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de la ciudad: la Línea 2 del Metro de Bogotá, la nueva troncal de la Calle 13, el cable aéreo de San Cristóbal y el cable aéreo de Potosí.
De acuerdo con la Alcaldía Mayor de Bogotá, este instrumento hace parte de los recursos incorporados en el plan de financiamiento para 2025 y representa un paso fundamental para consolidar la estrategia de movilidad sostenible del Distrito. La emisión del bono, realizada el 5 de noviembre de 2025, fue el resultado de un proceso que comenzó el 15 de octubre de 2024, cuando el instrumento fue presentado oficialmente al mercado. En poco más de un año, Bogotá logró concretar la operación, culminando con la adjudicación y la transferencia de los recursos a la Tesorería Distrital.
La operación fue un éxito rotundo en los mercados internacionales. Aunque Bogotá ofreció 600 millones de dólares, recibió ofertas por 800 millones, lo que refleja la alta confianza de los inversionistas en la solidez económica y financiera de la ciudad. Según informó la secretaria de Hacienda del Distrito, Ana María Cadena, este resultado demuestra el “gran apetito” de los inversionistas internacionales por participar en una propuesta con impacto social y ambiental real. De hecho, el 93,4 % del bono fue adjudicado a inversionistas internacionales, mientras que el 6,6 % restante correspondió a inversionistas locales.
Este bono verde, primero en su tipo emitido por una ciudad latinoamericana, fue catalogado por la banca internacional como la emisión más grande registrada por una ciudad en el continente americano y la primera destinada 100 % a proyectos verdes. “Bogotá hace historia con la emisión del Bono Verde. La operación fue catalogada por la banca como la más grande registrada por una ciudad en el continente americano y la primera destinada 100 por ciento a proyectos verdes. Un logro que reafirma la confianza en las finanzas distritales”, destacó Ana María Cadena, quien además recalcó que esta colocación se realizó bajo estándares internacionales de sostenibilidad, transparencia y gobernanza.
El instrumento contó con la participación de dos de los bancos de inversión más reconocidos del mundo: BNP Paribas y Goldman Sachs, quienes actuaron como estructuradores de la emisión. Asimismo, participaron como inversionistas la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), dos entidades de gran prestigio que respaldaron la solidez del proceso y su enfoque sostenible.
El bono verde fue diseñado bajo el Marco de Referencia de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles de Bogotá, el cual clasifica los proyectos financiados dentro de la categoría de Transporte Limpio, promoviendo la reducción de emisiones, la eficiencia energética y la mejora en la calidad del aire. Este marco, además, fue evaluado por un ente independiente que certificó su cumplimiento con los estándares internacionales y garantizó que los recursos se destinarán de forma clara, transparente y verificable a los cuatro proyectos priorizados. Dicho proceso de evaluación busca asegurar que las inversiones generen el impacto ambiental y social prometido, así como la trazabilidad de cada dólar invertido.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, celebró este logro como una muestra de la solidez financiera del Distrito y de la visión de ciudad sostenible que impulsa su administración. “Es una gran noticia para la ciudad. Es una demostración de la solidez de los números y del manejo que se le da en Bogotá a las finanzas del Distrito. También es una muestra de confianza en nuestra ciudad, una que es líder y que cada vez logra innovar más en la apuesta por la sostenibilidad”, afirmó el mandatario.
Este bono no solo es una fuente de financiación, sino también una herramienta estratégica para consolidar a Bogotá como un referente de sostenibilidad urbana en América Latina. Con él, la ciudad busca fortalecer su sistema de transporte limpio, mejorar la eficiencia energética y promover proyectos que contribuyan directamente a la mitigación del cambio climático.
Los proyectos financiados con el Bono Verde
Línea 2 del Metro de Bogotá:
Uno de los principales beneficiarios de estos recursos será la Línea 2 del Metro de Bogotá, una megaobra que transformará la movilidad del norte y occidente de la ciudad. Esta línea contará con 25 trenes capaces de transportar 76.000 ciudadanos por hora y por sentido, beneficiando directamente a 2,5 millones de habitantes de las localidades de Chapinero, Suba, Engativá y Barrios Unidos. Con esta nueva línea, Bogotá avanzará hacia un sistema de transporte masivo más eficiente, sostenible y conectado.
Cable aéreo de Potosí:
Otro de los proyectos clave es el cable aéreo de Potosí, el segundo sistema de este tipo en la localidad de Ciudad Bolívar. Tendrá una longitud de 3,3 kilómetros y contará con cuatro estaciones, ofreciendo una solución de movilidad ágil y segura para miles de habitantes del sur de la ciudad. Se espera que este sistema reduzca los tiempos de viaje en 40 minutos, beneficiando a 4.000 pasajeros por hora y sentido. Además, contribuirá a mejorar la integración con el sistema de transporte público de la capital y reducirá las emisiones de CO₂ generadas por el transporte tradicional.
Nueva troncal de la Calle 13:
El proyecto de la nueva Calle 13 representa una de las transformaciones viales más importantes del occidente de Bogotá. Su trazado comprenderá 11,62 kilómetros divididos en siete tramos, desde la intersección de Puente Aranda hasta el límite occidental en el río Bogotá. La obra incluirá carriles exclusivos para TransMilenio, 13 estaciones sencillas y una de cabecera, 20 puentes peatonales, 10 vehiculares, 22,9 kilómetros de ciclorruta y más de 485.000 metros cuadrados de espacio público, convirtiéndose en un eje estratégico para mejorar la conectividad y la movilidad sostenible entre la capital y el occidente del país.
Cable aéreo de San Cristóbal:
El cuarto proyecto financiado será el cable aéreo de San Cristóbal, una infraestructura de 2,87 kilómetros de longitud que permitirá movilizar a 4.000 pasajeros en un solo recorrido. De acuerdo con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), esta obra reducirá los tiempos de viaje en un 72 %, pasando de 35 minutos a tan solo 10 minutos, lo que impactará positivamente la calidad de vida de los habitantes de esta zona del suroriente de Bogotá.
El éxito de la emisión del bono verde demuestra la confianza de la comunidad internacional en el manejo responsable y transparente de las finanzas del Distrito Capital. Según explicó la secretaria Ana María Cadena, “los inversionistas tenían un apetito muy interesante por la propuesta que estaba haciendo Bogotá. Y muy importante, más del 93 por ciento de ese bono se adjudicó a inversionistas internacionales”.
Este tipo de instrumentos financieros no solo permiten obtener recursos para el desarrollo de obras prioritarias, sino que también promueven una visión de largo plazo centrada en la sostenibilidad, la innovación y la resiliencia urbana. Bogotá se convierte así en la primera ciudad de América Latina en emitir un bono verde, el más grande de las Américas y el primero destinado completamente a proyectos amigables con el medioambiente.