Bogotá y su periferia se preparan para una nueva era de conectividad con dos ambiciosos proyectos viales

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Dos proyectos viales de gran envergadura avanzan hacia su ejecución en Bogotá y Cundinamarca, con el objetivo de aliviar la congestión vehicular en zonas estratégicas y mejorar la movilidad entre la capital y sus municipios vecinos. Ambos desarrollos, largamente esperados tras años de estructuración y planeación, representan hitos clave en el marco de la integración regional y el fortalecimiento de la infraestructura vial del occidente bogotano.

El primero de estos proyectos es el intercambiador vial de la Calle 80, una de las salidas más transitadas y congestionadas de Bogotá, especialmente en la localidad de Suba, en el sector de Lisboa. Esta obra, cuya ejecución está proyectada para iniciar en el mes de septiembre de 2025, busca transformar radicalmente la circulación en un punto crítico para miles de usuarios que se movilizan a diario entre Bogotá y la sabana de Occidente.

Según información proporcionada por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, este intercambiador será la primera gran obra ejecutada bajo el nuevo modelo de gobernanza regional de la Región Metropolitana Bogotá–Cundinamarca (RMBC). El proyecto cuenta con un presupuesto estimado de $110.000 millones, recursos que serán transferidos por la RMBC y ejecutados por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).

intercambiador de la Calle 80

La obra contempla la construcción de una estructura elevada sobre la Calle 80, antes del actual puente sobre el río Bogotá, y su conexión con una glorieta de distribución de tráfico, permitiendo una mejor articulación entre la circulación proveniente de Suba y el oriente de la ciudad. Además, se desarrollarán pasos a nivel, un nuevo paso elevado vehicular en la calzada lateral norte, y conexiones clave como la intervención en la carrera 120, lo que permitirá maniobras vehiculares en múltiples sentidos y beneficiará tanto al sistema TransMilenio, al SITP y al tráfico mixto.

Actualmente, el proyecto se encuentra en fase final de estudios y diseños, con un avance del 95,47 %, cuya culminación está prevista para el 31 de agosto de 2025. La construcción, que se extenderá por 15 meses, estará a cargo del Consorcio PROBOGOTÁ 20, conformado por JMV Ingenieros (90 %) y TECCIVIL (10 %). Se estima que el impacto de esta infraestructura será significativo: más de 250.000 personas se verán beneficiadas directamente y otras 800.000 de forma indirecta, en una vía que en 2022 soportaba el tránsito diario de más de 50.000 vehículos.

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El segundo gran proyecto en marcha es la modernización del corredor vial entre Bogotá y el municipio de Cota, una propuesta que ha tomado impulso con la publicación del borrador de resolución por parte del IDU y el desarrollo de estudios técnicos que ya se encuentran en fases avanzadas.

El proyecto contempla la construcción de una nueva vía de 5,7 kilómetros, que partirá desde la carrera 92 con calle 170, en el noroccidente de Suba, y se conectará con la variante Cota–Chía. Esta intervención busca resolver múltiples problemáticas existentes en el corredor actual, como la falta de andenes y ciclorrutas, la infraestructura deficiente y una alarmante situación de inundaciones en el 70 % del trazado durante temporadas de lluvia.

El avance técnico del proyecto es notable: ya se ha completado el 71 % del desarrollo técnico y el 97 % de los estudios y diseños, respaldados por una inversión asegurada de $1,2 billones de pesos, provenientes del cupo de endeudamiento aprobado por el Concejo de Bogotá.

En el frente ambiental, se espera que para el segundo semestre de 2025 se obtenga la licencia ambiental, requisito fundamental para iniciar las obras. De forma paralela, se ha elaborado un estudio de adquisición de predios, y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) se encuentra evaluando el Diagnóstico Ambiental de Alternativas, el cual definirá la viabilidad del proyecto desde el punto de vista ambiental.

Si se cumplen los plazos establecidos, el proceso de adquisición de predios y contratación de obras comenzaría en 2026, con la construcción iniciando en el segundo semestre de 2027, antes de finalizar la actual administración del alcalde Carlos Fernando Galán. La ejecución tendrá una duración estimada de cuatro años, lo que ubicaría su culminación hacia 2031, aportando una solución estructural de largo plazo para la movilidad entre Bogotá y Cota.

Ambos proyectos representan más que intervenciones puntuales: son el reflejo de una apuesta estratégica por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, fomentar la integración regional y responder a una demanda creciente de movilidad sostenible y eficiente en una de las zonas con mayor dinamismo del país. La coordinación interinstitucional, la planificación técnica rigurosa y la disponibilidad de recursos marcan un precedente positivo para el desarrollo futuro de la infraestructura vial en la Región Metropolitana.

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Dos Nuevos Proyectos Viales Que Mejoraran La Conectividad Entre Bogotá Y Sus Municipios Cercanos

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