Luego de más de una década marcado por el abandono, la incertidumbre y la frustración de decenas de compradores, el proyecto Ocean Towers, una torre de 27 pisos ubicada en la exclusiva zona de Bocagrande, podría finalmente ser completado. Así lo anunció el alcalde Dumek Turbay durante un reciente Consejo de Gobierno, en el que reveló que la Alcaldía de Cartagena ha recibido y actualmente analiza dos propuestas formales orientadas a reactivar la obra, que permanecía paralizada desde hace varios años.
El edificio Ocean Towers fue concebido originalmente como un ambicioso desarrollo residencial de lujo. El proyecto se impulsó en el año 2012 por parte del Grupo Ocean S.A., que actuaba como desarrollador-beneficiario, en conjunto con Inversiones Las Palmeras Ltda. como fideicomitente inmobiliario, bajo la figura de fiducia administrada por Alianza Fiduciaria. La entrega inicial de las unidades residenciales estaba programada para el año 2015, pero el avance de la construcción se detuvo abruptamente, y para el año 2018, se estimaba un progreso físico cercano al 70 %. Sin embargo, el deterioro causado por la exposición al ambiente marino, la falta de mantenimiento y el paso del tiempo han provocado un daño considerable a la estructura, lo cual obliga a realizar una nueva evaluación técnica para determinar con exactitud su estado actual y las condiciones necesarias para su posible culminación.
Desde entonces, el edificio se ha convertido en un símbolo de los desafíos y fracasos que pueden enfrentar los proyectos inmobiliarios en la ciudad cuando no cuentan con una adecuada planeación, supervisión y respaldo institucional. Los principales afectados han sido los decenas de compradores, muchos de los cuales invirtieron ahorros de toda una vida con la ilusión de adquirir una vivienda en uno de los sectores más cotizados de Cartagena. Hoy, más de una década después del inicio del proyecto, existe una nueva esperanza para ellos.
Las propuestas presentadas ante el Distrito provienen de dos grupos con visiones distintas pero con un objetivo común: reactivar Ocean Towers y brindar una solución definitiva a la larga espera de los inversionistas afectados. La primera es liderada por CIVISCORP GROUP, una filial de la firma internacional CIVIS INTERNATIONAL GROUP CORPORATION, que propone una reestructuración integral del proyecto, apalancada mediante capital internacional. Este enfoque busca revalorar el activo inmobiliario mediante una intervención completa, que no solo asegure la finalización de la obra, sino que también restablezca la confianza en la viabilidad del edificio.

La segunda propuesta ha sido presentada por PRODEGI, una empresa que plantea un modelo alternativo que contempla la reactivación del proyecto con la participación directa de los beneficiarios, es decir, de los mismos compradores que han estado esperando una solución durante años. Esta fórmula busca generar una dinámica más participativa y solidaria, en la que los afectados se conviertan en actores activos del proceso de recuperación, permitiendo mayor control sobre la inversión y sobre las decisiones que se tomen en adelante.
Ambas alternativas coinciden en la necesidad de adelantar una fase inicial de cinco meses, en la que se llevará a cabo una revisión profunda de las condiciones físicas de la obra. Esta evaluación técnica permitirá establecer de manera clara cuál es el estado estructural actual del edificio, qué partes podrían requerir reforzamiento o reconstrucción y qué acciones concretas serían necesarias para llevar a buen término la construcción. La etapa de diagnóstico será fundamental para definir la viabilidad financiera y técnica de las propuestas presentadas.
El análisis de ambas propuestas está siendo conducido por la Dirección de Control Urbano del Distrito, en coordinación con el agente especial del Grupo Ocean S.A.. Este proceso se adelanta bajo criterios estrictamente técnicos, jurídicos y financieros, y tiene como propósito ofrecer una salida definitiva, transparente y segura para los propietarios afectados, quienes durante años han visto estancadas sus expectativas y su inversión.
“El objetivo es garantizar seguridad jurídica y proteger la inversión de quienes aún esperan una solución. No se tomará ninguna decisión a la ligera”, enfatizó la Alcaldía de Cartagena, que se ha comprometido a actuar con responsabilidad frente a un tema de alto impacto social y urbano. En el mismo sentido, el director de Control Urbano, Emilio Molina, afirmó que el proceso de análisis se está desarrollando con total rigurosidad y transparencia: “Este es un paso importante en nuestro compromiso con el cuidado de la inversión de los cartageneros y con las familias que por años han esperado la materialización de sus sueños. Estamos evaluando las propuestas con rigor, para el cumplimiento de la norma y el bienestar de los afectados”.

La decisión final sobre cuál será la propuesta seleccionada se dará a conocer el próximo 1 de agosto, fecha en la que se anunciará oficialmente el camino que tomará el futuro del edificio Ocean Towers. Esta resolución no solo marcará un nuevo rumbo para este proyecto en particular, sino que también tendrá repercusiones en la confianza del mercado inmobiliario local, la percepción de los inversionistas nacionales e internacionales, y la credibilidad de las autoridades frente a los retos del desarrollo urbano.
Con este anuncio, la Alcaldía de Cartagena ha reafirmado su intención de reactivar proyectos inconclusos, recuperar la confianza en el sector inmobiliario y avanzar en la consolidación de una ciudad más organizada, segura y transparente en materia de urbanismo. Ocean Towers podría convertirse, así, de símbolo de frustración a ejemplo de recuperación y resiliencia institucional, marcando un nuevo capítulo en la historia urbana de Cartagena.