El Tren de Cercanías del Valle avanza hacia una etapa decisiva en su desarrollo. El Ministerio de Transporte anunció que en el mes de octubre se firmará el convenio de cofinanciación de este sistema férreo, considerado uno de los proyectos más emblemáticos de la actual administración en materia de movilidad sostenible. Se trata de una obra que busca transformar la conectividad entre Cali y Jamundí, a través de un recorrido de 23 kilómetros con un total de 21 estaciones, operado bajo un sistema 100 % eléctrico.
De acuerdo con las proyecciones, el tren beneficiará a más de un millón de pasajeros que diariamente se desplazan en el área metropolitana. El tiempo de viaje se reducirá en un 33 % frente a los recorridos actuales por carretera, lo que no solo impactará en la calidad de vida de los usuarios, sino que también aliviará la congestión vehicular en los accesos a la capital del Valle del Cauca.
Uno de los principales aportes del proyecto se relaciona con la sostenibilidad ambiental. Según el Ministerio de Transporte, con la entrada en operación del Tren de Cercanías se dejarán de emitir más de 37.000 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) al año. Esta cifra representa un avance significativo en la lucha contra el cambio climático y en la mejora de la calidad del aire en la región. El diseño del sistema incorpora un enfoque de descarbonización del transporte, con la intención de disminuir la dependencia de automóviles particulares y autobuses tradicionales, promoviendo un modelo de movilidad más limpio y eficiente.
La inversión estimada para el proyecto asciende a 12 billones de pesos, suma que incluye la construcción de la infraestructura, la adquisición de equipos y la operación inicial. El impacto económico también será relevante: se estima la generación de más de 14.000 empleos directos e indirectos durante la fase de ejecución, lo que permitirá dinamizar la economía regional y fortalecer la competitividad del Valle del Cauca.
Adicionalmente, el proyecto cuenta con un enfoque social que promueve la inclusión y la equidad de género, integrando criterios de accesibilidad y participación ciudadana dentro de su diseño.

Actualmente, el Tren de Cercanías del Valle se encuentra en su fase técnica final. En las próximas semanas se espera la aprobación del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES), requisito indispensable para dar paso a la firma del acuerdo de cofinanciación entre la Nación y las entidades territoriales. Dicho convenio establece que el Gobierno Nacional asumirá el 70 % de la inversión, mientras que la Gobernación del Valle del Cauca y las alcaldías de Cali y Jamundí aportarán el 30 % restante.
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, resaltó la importancia de avanzar en los trámites dentro de los tiempos previstos, especialmente antes del 9 de noviembre, fecha en que entra en vigor la Ley de Garantías, la cual limitaría la firma de este tipo de convenios. “Es un proyecto de competitividad, que le va a dar movilidad a toda esta región. Es sostenible porque es eléctrico, porque vamos a mejorar la calidad de vida, disminuir el tiempo de viaje, generar empleo y reactivación económica. Es un proyecto que hemos soñado los vallecaucanos”, manifestó la mandataria.
Desde el Gobierno Nacional, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, subrayó el carácter transformador de la obra al afirmar que “el tren de cercanías no es un sueño, es una realidad en construcción. Será el símbolo de una movilidad moderna, limpia y eficiente que pondrá al Valle a la vanguardia de la región”.
El Ministerio ha reiterado que este proyecto se enmarca en la estrategia de reactivación férrea del país, la cual busca rescatar y potenciar el transporte ferroviario como un eje de desarrollo económico y sostenible.

Con los recursos de cofinanciación ya asegurados por la Nación y los gobiernos locales, la expectativa está puesta en la aprobación institucional y en la firma del convenio para habilitar el inicio formal de las obras. El Tren de Cercanías del Valle no solo representa un avance en materia de movilidad, sino que también se proyecta como un motor de reactivación económica, un aporte a la descarbonización del transporte y una infraestructura que fortalece la competitividad regional.
Su consolidación convertiría al Valle del Cauca en referente nacional de transporte ferroviario sostenible, posicionándolo a la altura de las principales tendencias internacionales en movilidad urbana y regional.