El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) dio inicio oficialmente a la construcción del nuevo puente bicipeatonal ubicado sobre la avenida Boyacá por el canal Salitre (calle 86A), en el costado norte del centro comercial Titán Plaza, una intervención que busca modernizar una estructura que, tras más de dos décadas en servicio, dejó de cumplir con las necesidades actuales de movilidad y con las normativas nacionales vigentes. Según la entidad, esta obra representa un avance significativo para miles de usuarios que diariamente transitan por este punto estratégico de la localidad de Engativá.
El proyecto reemplazará el puente existente por una estructura más amplia, segura y acorde con estándares de accesibilidad, sismorresistencia y manejo de flujos múltiples, dado que el puente actual —construido en 2001— ya no responde a las exigencias establecidas desde la normativa de 2010. Además, su capacidad está sobrepasada frente al volumen actual de usuarios: alrededor de 57 000 ciclistas y 37 000 peatones utilizan este corredor diariamente, lo que evidencia la urgencia de una infraestructura actualizada.
El nuevo puente tendrá una longitud total de 227 metros, incluyendo sus rampas de acceso y salida, en contraste con los 154 metros del puente anterior. Su ancho útil pasará de 2,25 metros a 6,25 metros, permitiendo así la separación efectiva de flujos entre ciclistas y peatones. Esta característica no solo aumenta la seguridad, sino que mejora la experiencia de movilidad para quienes dependen de este cruce sobre la avenida Boyacá, una de las vías más concurridas del occidente de Bogotá.
Durante el anuncio del inicio de obras, Orlando Molano, director del IDU, resaltó la importancia del proyecto al señalar: “Llegó la hora de ampliar este puente bicipeatonal que excedió la demanda. Hoy tenemos más de 57 000 ciclistas y más de 37 000 peatones que lo usan diariamente. Además, fue construido en el 2001 y ya no cumple con la norma de sismorresistencia que es del 2010”. Molano también explicó que la nueva infraestructura facilitará el tránsito para personas con movilidad reducida gracias a mejoras en la pendiente de acceso.
La construcción está a cargo del Consorcio Ciclopuente Boyacá, conformado por HB Estructuras Metálicas S.A.S. (90 %) y Compañía de Iluminaciones Especiales S.A.S. (10 %), con interventoría de Cal y Mayor Colombia S.A.S.. El proyecto cuenta con una inversión superior a los $46.260 millones y su entrega está proyectada para el segundo semestre de 2026, según los cronogramas oficiales.
El proceso de desmonte del puente actual se realizará en varias fases, todas en horario nocturno para mitigar el impacto en el tráfico vehicular. La primera etapa comenzará el viernes 5 de diciembre de 2025 y se extenderá hasta el 7 de diciembre, comprendiendo el retiro del tramo central, de aproximadamente 24 metros de longitud y 14 toneladas de peso. Estas labores se desarrollarán de 10:30 p. m. a 4:30 a. m., periodo durante el cual solo estará habilitado un carril por sentido en la avenida Boyacá. A partir de las 4:30 a. m., se restablecerá la circulación total.
Posteriormente, y también en horario nocturno entre las 10:30 p. m. y 4:30 a. m., se desmontará la estructura del costado occidental durante 8 días, para luego iniciar el retiro del costado oriental en un periodo adicional de 8 días. En estas fases intermedias estarán habilitados dos carriles por sentido durante las noches y nuevamente tres carriles por sentido durante el día, garantizando así la continuidad del flujo vehicular en una de las arterias más importantes del occidente de Bogotá.
El director Molano explicó que el desmonte completo tomará al menos tres semanas de trabajo continuo, dado que se debe actuar “día y noche” para cumplir con los cronogramas establecidos sin generar afectaciones mayores a la movilidad.
La modernización del puente bicipeatonal de la avenida Boyacá con calle 86A se alinea con la creciente demanda de infraestructura destinada a modos de transporte sostenibles, en una ciudad donde el uso de la bicicleta se ha incrementado de manera significativa en la última década. Al ofrecer un espacio más ancho, seguro y funcional, la obra busca no solo descongestionar este corredor sino también mejorar la seguridad vial y promover alternativas de transporte saludables y sostenibles.
Con esta intervención, el IDU continúa avanzando en el fortalecimiento de la red de ciclorrutas y pasos peatonales elevados de Bogotá, reafirmando su apuesta por una movilidad más incluyente y eficiente.
