En el marco de los esfuerzos por revitalizar la infraestructura férrea en Colombia, el departamento del Valle del Cauca avanza con determinación en la consolidación de su ambicioso Tren de Cercanías. Este proyecto, concebido como una alternativa de movilidad sostenible y un detonante de desarrollo regional, se encuentra próximo a iniciar su primera fase constructiva. Así lo confirmó recientemente el alcalde de Cali, Alejandro Eder, quien presentó los avances más recientes de esta iniciativa durante la Convención Bancaria 2025.
De acuerdo con el mandatario caleño, la primera etapa del proyecto, que comprende el trayecto entre Cali y Jamundí, ya cuenta con los estudios técnicos en su tercera fase y dispone de los recursos asegurados tanto por la Alcaldía de Cali como por la Gobernación del Valle del Cauca. Actualmente, se está a la espera de obtener el aval técnico del Ministerio de Transporte, trámite que, según Eder, debería concretarse en las próximas semanas, seguido del indispensable aval fiscal. De cumplirse este cronograma, la licitación para la construcción de este primer tramo se abrirá en septiembre de 2025.
La magnitud del proyecto es considerable. El Tren de Cercanías contempla una extensión total de más de 70 kilómetros, con una primera fase de 23,6 kilómetros de longitud entre Cali y Jamundí. Esta sección inicial, cuya inversión asciende a $13 billones, será la punta de lanza de un sistema férreo que integrará en una primera etapa a los municipios de Palmira, Yumbo y Jamundí, para posteriormente extender su cobertura regional hacia Candelaria, Florida, Pradera, Vijes, La Cumbre y Dagua.
En términos de infraestructura, el proyecto incluye dos líneas principales: la Línea Norte–Sur, que conectará Yumbo con Jamundí a lo largo de 37,8 kilómetros y contará con 31 estaciones; y la Línea Este–Oeste, que unirá el centro de Cali con Palmira a través de 30,6 kilómetros y 16 estaciones. Asimismo, se contempla un ramal de 5 kilómetros hacia el Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón, que incluirá una estación adicional. Complementando este sistema, se construirá una avenida de 23 kilómetros reservada para bicicletas y se habilitarán 1,2 millones de metros cuadrados de espacio público, lo que refuerza el carácter multimodal y sostenible de la iniciativa.

Más allá de su aporte a la movilidad y sostenibilidad, el Tren de Cercanías del Valle se perfila como un potente dinamizador económico para la región. Según estimaciones oficiales, la construcción del primer tramo generará entre 5.000 y 10.000 empleos directos, además de un efecto multiplicador sobre la economía local derivado de la alta demanda de insumos como cemento, hierro, tecnología y otros materiales especializados. “Esta obra va a generar entre 5.000 y 10.000 empleos, solo este primer tramo. Va a consumir tanta materia prima que va a provocar una reactivación económica en esta región del sur del Valle del Cauca”, afirmó Eder, destacando el papel del proyecto como motor de recuperación productiva.
El alcalde de Cali también subrayó la importancia estratégica de la obra para la integración territorial y la seguridad. En su concepto, una mayor y mejor conectividad entre Cali y Jamundí traerá consigo más oportunidades de desarrollo, cohesión social y mejores condiciones de seguridad para los habitantes de ambos municipios. “Es una obra clave no solo por su aporte a la sostenibilidad, sino porque fortalecerá la integración entre Jamundí y Cali. Y si hay más unión entre ambas ciudades, habrá más desarrollo para Jamundí y más seguridad para sus habitantes”, puntualizó.
Cabe recordar que el proyecto ferroviario cuenta con respaldo internacional, particularmente de la Unión Europea, además de la decidida voluntad política local. La financiación del Tren de Cercanías fue confirmada oficialmente el pasado 8 de febrero, consolidando así uno de los pilares más relevantes para garantizar la viabilidad financiera de la obra.
El cronograma definido por las autoridades es claro: una vez obtenidos los avales técnicos y fiscales del Gobierno Nacional, se procederá a la apertura de la licitación en septiembre de este mismo año, para iniciar un proceso constructivo que tomará aproximadamente seis años. Durante este periodo, se espera que las diferentes fases del proyecto continúen avanzando y extendiendo su impacto a otros municipios del Valle del Cauca.

Con una proyección de transportar 165.000 pasajeros diarios en días hábiles y cerca de 55 millones de personas al año una vez completado, el Tren de Cercanías se posiciona como uno de los proyectos de infraestructura más significativos en la historia reciente del suroccidente colombiano. Esta obra no solo busca transformar la movilidad en la región, sino también reconfigurar su desarrollo urbano, económico y social.
Así, con la expectativa puesta en los avales gubernamentales y la próxima apertura de su licitación, el Tren de Cercanías del Valle parece estar, finalmente, en su estación de partida, perfilándose como un proyecto emblemático para la modernización del transporte público en Colombia.