La espera está por llegar a su fin para los amantes de la diversión y el entretenimiento en la Ciudad de México. El tan esperado Parque Aztlán, que reemplazará a la icónica Feria de Chapultepec, está a punto de convertirse en una realidad palpable. Según el director del proyecto, Sergio Haua, se espera que la primera parte del parque esté lista para diciembre de 2023, y hasta la fecha, las obras han alcanzado un impresionante 85% de avance.
El camino hacia la culminación de este proyecto no ha estado exento de desafíos. Haua señaló que después de la pandemia, se enfrentaron a importantes obstáculos relacionados con la escasez de contenedores, retrasos en envíos marítimos y la disponibilidad de chips. Actualmente, han recibido 160 contenedores, pero aún faltan 150 para concluir todas las instalaciones necesarias.
Uno de los aspectos más destacados del proceso de creación del Parque Aztlán es la certificación de sus atracciones. Para garantizar la seguridad y el funcionamiento adecuado de cada juego, un equipo de 750 agentes trabaja en tres turnos, día y noche. Actualmente, 17 de las 23 atracciones ya están instaladas y listas para comenzar las pruebas de certificación. Una empresa estadounidense especializada, liderada por un ex empleado de Universal Studios con más de 20 años de experiencia, se encarga de auditar y certificar cada aspecto, desde la construcción hasta los manuales de operación y seguridad, y la capacitación de los operadores. Este proceso de auditoría tomará de dos a tres meses una vez que todas las atracciones estén instaladas.
En cuanto a la sustentabilidad, el Parque Aztlán se compromete a ser respetuoso con el medio ambiente. Se plantarán 600 árboles nuevos, habrá azoteas verdes, sistemas de captación de agua pluvial y una planta de tratamiento de agua para reciclado y reutilización. Además, se promoverá el uso de bicicletas con estacionamientos dedicados, y se utilizarán fotoceldas para el consumo de energía eléctrica en las luminarias.
Entre las atracciones que se podrán disfrutar en la primera fase de apertura se encuentran experiencias inmersivas únicas. Una de ellas es un viaje en Tenochtitlán, con dimensiones impresionantes: más de 32 metros de longitud, 12 metros de ancho y una proyección a 720 grados en las cuatro paredes, piso y techo. También habrá una casa de los sustos de realidad virtual basada en la historia de un hospital de la Ciudad de México, así como un teatro volador que simula un emocionante viaje por el mundo y México.
Sergio Ramírez, director general de Demiurgo, la empresa detrás de estas atracciones inmersivas, destacó el desafío de adaptar estos espacios para una gran afluencia de visitantes, y cómo la tecnología sin cables se ha empleado para reducir los tiempos de espera, ya que las funciones durarán aproximadamente 10 minutos.
Además de la emoción y el entretenimiento, el Parque Aztlán también tendrá un enfoque cultural. Albergará el Museo Dolores Olmedo, que exhibirá parte de la colección de Frida Kahlo y Diego Rivera. Además, se contará con un foro con capacidad para 5,000 asistentes, donde se llevarán a cabo eventos culturales como conciertos, música clásica y ballet.
Por último, las luces de la rueda de la fortuna se encendieron recientemente para celebrar las fiestas patrias y marcar un importante hito en la construcción del parque. Sergio Haua explicó que se está finalizando la plataforma de embarque y desembarque de visitantes, así como una tienda y una zona de información que relatará la historia de la ciudad.
Con un 85% de avance en las obras y atracciones que prometen emocionar a visitantes de todas las edades, el Parque Aztlán está cada vez más cerca de abrir sus puertas y convertirse en un nuevo ícono de entretenimiento en la Ciudad de México. Los amantes de la diversión, la cultura y la sustentabilidad tendrán un nuevo lugar para disfrutar y crear recuerdos inolvidables a partir de diciembre de 2023.