El ambicioso proyecto del Aeropuerto Internacional de Chinchero en Cusco continúa consolidándose como una de las infraestructuras aeroportuarias más relevantes en la historia reciente de Perú. Según lo confirmó el titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), César Sandoval, durante una visita de inspección a la zona de obras en la provincia de Urubamba, los trabajos han alcanzado un 33% de avance físico en su fase principal, marcando un hito dentro de su cronograma de ejecución.
Desde el lugar de construcción, el ministro precisó que este progreso comprende intervenciones determinantes para el futuro funcionamiento del terminal aéreo. Entre ellas se encuentran la edificación del nuevo terminal de pasajeros, la instalación del cerco perimétrico de seguridad, la conformación de la franja de la pista de aterrizaje y la cimentación de la torre de control. Estas obras son ejecutadas por el Consorcio Natividad de Chinchero, bajo la supervisión técnica de la Oficina de Gestión de Proyectos (PMO) de Corea, en el marco de un acuerdo de gobierno a gobierno suscrito entre Perú y la República de Corea, fórmula adoptada por el Estado peruano para garantizar estándares internacionales de calidad y cumplimiento de plazos.
El Aeropuerto Internacional de Chinchero en Cusco (AICC) está llamado a convertirse en el segundo aeropuerto más grande del Perú, reemplazando al actual Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete (CUZ), cuyas operaciones se encuentran restringidas por su localización dentro de la ciudad de Cusco y por una capacidad de operación ya rebasada ante el constante crecimiento de la demanda turística y comercial en la región.
Características técnicas y proyección de impacto
Ubicado en el distrito de Chinchero, en la provincia de Urubamba, el nuevo terminal aéreo contará en su etapa inicial con una capacidad estimada para recibir aproximadamente 5.7 millones de pasajeros anuales. La pista de aterrizaje, una de las más extensas del país, tendrá 4,000 metros de longitud por 45 metros de ancho, lo que permitirá la llegada y operación de aeronaves de fuselaje ancho y gran capacidad, abriendo la posibilidad de establecer rutas directas desde destinos de Norteamérica y Europa, sin necesidad de escalas en Lima.
El terminal de pasajeros abarcará inicialmente 40,000 metros cuadrados y está diseñado para ampliar su capacidad hasta atender más de 8 millones de viajeros anuales en fases de expansión previstas para los próximos años, convirtiéndose en una infraestructura estratégica para el fortalecimiento del turismo y la conectividad aérea internacional del sur peruano.
La operatividad del aeropuerto está proyectada para las 24 horas del día, lo que permitirá optimizar los itinerarios de vuelos internacionales y nacionales, reduciendo las restricciones operativas que actualmente afectan a Cusco por las limitaciones de su aeropuerto vigente.
Más allá de su dimensión técnica, el gobierno peruano destaca el significativo impacto económico y social que conlleva esta megaobra. De acuerdo con estimaciones del MTC, la construcción del nuevo aeropuerto está generando actualmente más de 5,000 empleos directos y beneficiará, una vez operativo, a más de un millón de personas en la macro región sur del país, mediante el impulso a sectores clave como el turismo, el transporte, la hotelería, la gastronomía y los servicios complementarios, lo que fortalecerá la economía local y regional.
Perspectivas de culminación y operación
El Aeropuerto Internacional de Chinchero es uno de los proyectos de infraestructura más esperados en Perú, al considerarse vital para responder al crecimiento sostenido del turismo hacia la ciudad imperial y para brindar una solución definitiva a las limitaciones que por años ha enfrentado la terminal aérea de Cusco. Se proyecta que la obra sea concluida e inicie operaciones en 2026, cambiando la dinámica aeroportuaria de la región y consolidando a Cusco como un nodo estratégico de conectividad aérea en Sudamérica.
Con un tercio de avance físico ya alcanzado, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones reafirma su compromiso de seguir supervisando rigurosamente el desarrollo de las obras y garantizar que el futuro aeropuerto se convierta en un símbolo de modernidad, eficiencia y desarrollo para todo el Perú.
