En el marco de su compromiso con la recuperación del río Bogotá, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) dio inicio a la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Calahorra, en el municipio de Cajicá. Esta obra, catalogada como una de las más estratégicas en materia de saneamiento ambiental en la región, se proyecta como un referente de infraestructura sostenible que transformará la calidad de vida de los habitantes y contribuirá significativamente a la descontaminación de la cuenca alta del río.
Por su envergadura, el proyecto representa una inversión de 147.000 millones de pesos, de los cuales la CAR aporta el 98% de los recursos, evidenciando el esfuerzo institucional por responder a una problemática histórica en el departamento. Al respecto, el director general de la entidad, Alfred Ignacio Ballesteros, aseguró: “Se ha iniciado una importante iniciativa en Cundinamarca, que permitirá descontaminar las fuentes hídricas de Cajicá y avanzar en el saneamiento del río Bogotá”.
Actualmente, la PTAR registra un 10% de avance en ejecución física, alcanzado gracias al trabajo articulado entre la CAR, las Empresas Públicas de Cajicá (EPC) y la administración municipal. El diseño contempla un sistema integral de tratamiento que incluye procesos de desbaste, desarenado, digestión anaerobia, aireación extendida, clarificación, desinfección con rayos ultravioleta y control de olores mediante biofiltros, además de un completo esquema para el manejo de lodos.
La planta ha sido proyectada para atender las necesidades presentes y futuras del municipio, con capacidad de tratamiento de hasta 420,6 litros por segundo y cobertura para una población estimada de 162.725 habitantes en el año 2051. Esta capacidad no solo beneficiará a las comunidades urbanas y rurales de Cajicá, sino que también reducirá de manera significativa la carga contaminante que llega al río Bogotá, alineándose con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: Agua limpia y saneamiento.
De acuerdo con la CAR, la PTAR Calahorra será más que una infraestructura técnica; se convertirá en un hito ambiental y urbano para la Sabana de Bogotá. Sus impactos directos se reflejarán en la recuperación de la calidad hídrica de la cuenca, en la consolidación del saneamiento básico y en el mejoramiento de la salud pública regional.
Finalmente, el director Ballesteros destacó que este esfuerzo representa el compromiso de las instituciones aliadas con la sostenibilidad y el desarrollo regional: “Este proyecto refleja la voluntad de construir un futuro más limpio, saludable y equitativo para Cajicá y para el río Bogotá, una de las corrientes más importantes del país”.
Con este avance, la CAR reafirma su liderazgo en materia de gestión ambiental y demuestra que la construcción de infraestructura estratégica puede ser también un motor para la recuperación de los ecosistemas y la consolidación de ciudades más sostenibles.