En una reciente entrevista concedida al medio El Debate, de la revista Semana, el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, compartió importantes actualizaciones sobre el proyecto de infraestructura más esperado y trascendental para la capital colombiana: la Primera Línea del Metro de Bogotá. Este ambicioso proyecto, que ha representado décadas de anhelos y múltiples intentos fallidos por parte de administraciones anteriores, comienza a materializarse con la llegada de sus primeros trenes, fabricados en China.
Durante su intervención, el mandatario distrital reveló que las pruebas de los primeros trenes ya se encuentran en una etapa avanzada en territorio asiático, marcando un hito crucial para el cronograma de la obra. Galán precisó: “Tenemos noticias de los trenes. Ya el primer tren, avanzado en pruebas en China, de manera significativa, debe arrancar en más o menos un mes y medio, dos meses, camino a Bogotá”. Según explicó el alcalde, una vez superadas estas pruebas técnicas y de calidad, el tren será embarcado con rumbo a Colombia, llegando inicialmente al puerto de Cartagena y posteriormente trasladado a la capital, donde se prevé su arribo en septiembre de este mismo año.
El cronograma contempla que, tras su llegada a Bogotá, este primer tren entre en una fase de pruebas estáticas y dinámicas sobre la infraestructura local, un procedimiento indispensable para garantizar la compatibilidad y seguridad de su operación en condiciones reales. Además, el alcalde anunció que a partir de ese momento, el suministro de trenes será constante, estimándose la llegada de entre tres y cuatro trenes adicionales antes de que finalice 2025. Este ritmo permitirá que el proyecto mantenga su curso para cumplir con los plazos establecidos y avanzar hacia las fases de integración y puesta en servicio.
Cabe recordar que la Primera Línea del Metro de Bogotá representa una inversión histórica para la ciudad y se constituye como uno de los megaproyectos de movilidad urbana más importantes de América Latina. Su trazado contempla un recorrido de 23,9 kilómetros, que conectará el suroccidente de la capital con el centro de la ciudad, beneficiando a más de dos millones y medio de ciudadanos que diariamente enfrentan extensos tiempos de desplazamiento. La obra no solo busca transformar la movilidad de Bogotá, sino también aportar a la sostenibilidad ambiental, pues permitirá reducir significativamente la emisión de gases contaminantes derivados del uso masivo de vehículos particulares y transporte terrestre convencional.
La llegada de los trenes es, sin duda, una señal alentadora en medio de los desafíos técnicos, logísticos y administrativos que un proyecto de esta magnitud enfrenta. La administración de Carlos Fernando Galán ha reiterado su compromiso con mantener informada a la ciudadanía y asegurar la transparencia en cada etapa del proceso, consciente de que el Metro de Bogotá no solo representa una obra de infraestructura, sino un símbolo de modernización y calidad de vida para las futuras generaciones de la capital.
De esta manera, con la confirmación del envío inminente de los primeros trenes y un calendario de entregas mensuales, Bogotá da un paso decisivo hacia la materialización de su histórico proyecto metroviario, que promete redefinir la dinámica urbana y posicionar a la ciudad como una metrópoli más moderna, conectada y amigable con el medio ambiente.