Hoy lunes 29 de diciembre se puso en servicio la obra de la glorieta elevada de la avenida Ciudad de Cali con la avenida Las Américas, una intervención largamente esperada que marca un hito dentro del proceso de modernización de la infraestructura vial del suroccidente de Bogotá, en un momento en el que la ciudad enfrenta el reto de reducir la congestión histórica, mejorar la conectividad entre localidades y preparar sus corredores estratégicos para la futura integración con sistemas de transporte de alta capacidad como el Metro de Bogotá. La habilitación de esta infraestructura se produce apenas una semana después de que, el pasado 21 de diciembre, se documentara el estado final de los trabajos, cuando aún se adelantaban labores de empalme, señalización, pintura y ajustes menores, los cuales ya fueron concluidos para permitir su entrada en operación.
Inauguración De Glorieta Elevada De La Av. Ciudad De Cali Con Av. De Las Américas En Bogotá
Las imágenes aéreas que registramos el pasado domingo 21 de diciembre permitían evidenciar una estructura prácticamente terminada, con calzadas conformadas, carpeta asfáltica instalada y señalización horizontal en proceso avanzado, además de barreras de seguridad y elementos de contención ya ubicados. En ese momento, sin embargo, aún se observaban frentes activos de obra asociados a empalmes viales, andenes, sardineles y trabajos finales de pintura y señalización, actividades propias de la fase previa a la puesta en servicio total. Dichas labores ya fueron culminadas para la apertura realizada este 29 de diciembre.
Un aspecto que ha llamado la atención tras la habilitación de la glorieta está relacionado con la demarcación vial. En las imágenes del pasado domingo se apreciaba que en la parte superior de la glorieta solo se habían pintado dos carriles, situación que generó cuestionamientos por el riesgo de congestión en la unión de dos corredores de alto flujo como la avenida Las Américas y la avenida Ciudad de Cali. Finalmente, esas líneas fueron borradas y la glorieta quedó demarcada con tres carriles en la parte superior y dos carriles en cada uno de sus accesos, una corrección que, si bien mejora la capacidad operativa del cruce, también deja en evidencia una deficiente planeación inicial en el proceso de pintado, que aparentemente fue ajustada tras advertir el impacto negativo que hubiera tenido mantener solo dos carriles en un intersección de esta magnitud.
La puesta en servicio de la glorieta elevada se da en el marco de una intensificación de las obras estratégicas por parte del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), entidad que, durante este mes de diciembre, reforzo la supervisión técnica de proyectos clave de infraestructura de movilidad y transporte en corredores como la avenida Ciudad de Cali, la avenida 68, la Autopista Sur y el Transmicable de san Cristóbal. Según el balance oficial del instituto de desarrollo urbano, Bogotá se acerca a intervenir 3,8 millones de metros cuadrados en conservación vial, un esfuerzo articulado con la Unidad de Mantenimiento Vial y los Fondos de Desarrollo Local, que además ha permitido realizar mantenimiento estructural a más de 60 puentes, fortaleciendo la seguridad y la conectividad urbana.
Dentro de este panorama, la glorieta elevada de la avenida Ciudad de Cali con Las Américas se consolida como una de las intervenciones más complejas, costosas y demoradas, pero también como una de las más estratégicas para la movilidad del suroccidente de la capital. Esta obra hace parte del proyecto de ampliación y adecuación de la avenida Ciudad de Cali, un corredor de 7,4 kilómetros dividido en cuatro grupos constructivos, concebido como futura troncal estructurante de TransMilenio y como eje alimentador del Metro de Bogotá. La glorieta corresponde al Grupo 4, ubicado en la localidad de Kennedy, en el entorno del centro comercial y la Biblioteca Pública El Tintal, sector responsable de ejecutar esta solución vial para tráfico mixto.
Desde el punto de vista técnico, la glorieta elevada fue concebida para tráfico mixto, con ocho ramales de doble calzada, permitiendo la conexión fluida entre oriente y occidente, así como entre norte y sur, en ambos sentidos. Su diseño apunta a resolver uno de los cuellos de botella históricos de Bogotá, en un cruce que articula dos de las avenidas más importantes del suroccidente y donde los trancones han sido una constante durante décadas. Bajo la estructura elevada se desarrolla una glorieta a nivel con dos carriles exclusivos para TransMilenio, garantizando la operación eficiente del sistema sin interferencias con el tráfico particular.
El proyecto va más allá de una solución vial. El Grupo 4 contempla una intervención urbana integral que incluye la construcción de 1,16 kilómetros de ciclorrutas, 18.453 metros cuadrados de espacio público y 15.548,05 metros cuadrados de zonas verdes, elementos clave para recuperar un entorno urbano históricamente afectado por la congestión, la fragmentación peatonal y la obsolescencia de redes de servicios. A la fecha, ya se han construido 2.428 metros cuadrados de espacio público en el cuadrante suroccidental y parte del noroccidental, y se proyecta entregar una parte adicional durante el primer trimestre del próximo año, mientras que la totalidad de las zonas verdes estará lista en el primer semestre de 2026, incluyendo mobiliario urbano, gimnasios al aire libre y espacios peatonales de calidad.
En materia estructural, el IDU confirmó que entre los días 15 y 16 de noviembre se realizaron seis pruebas de carga, utilizando camiones de tres ejes con pesos superiores a 29 toneladas, con el fin de verificar el comportamiento dinámico y la resistencia tanto de la glorieta elevada como de sus rampas de acceso. Estas pruebas, fundamentales para garantizar la seguridad de la infraestructura, validaron el desempeño de la estructura bajo condiciones extremas, habilitando técnicamente su puesta en servicio.
La ejecución de esta obra ha requerido una inversión superior a 179.491 millones de pesos y ha estado marcada por múltiples ajustes contractuales y retrasos significativos frente a su cronograma original. La entrega inicial estaba prevista para el 28 de octubre de 2023, pero hoy, más de dos años y dos meses después, el proyecto apenas entra en operación parcial. Durante los periodos de espera por trámites como la aprobación del Plan de Manejo de Tránsito (PMT) y la adquisición de predios, el IDU avanzó en actividades no dependientes de estos procesos, como la instalación de redes eléctricas y telemáticas, y habilitó un paso provisional en el costado suroccidental mediante formaletas temporales para mantener la movilidad del sector.
Desde el componente social, la obra ha generado 385 empleos directos y 39 empleos de consultoría, cumpliendo con el requisito de que al menos el 30 % del personal no calificado provenga de la localidad de Kennedy, lo que ha contribuido a la inclusión laboral y al fortalecimiento de capacidades locales.
Con la puesta en servicio de la glorieta elevada, Bogotá comienza a percibir una mejora tangible en la movilidad del suroccidente de la ciudad. Aunque aún resta culminar el nivel inferior destinado a TransMilenio, previsto para el primer semestre de 2026, así como la conexión con otros tramos del proyecto, incluido el Grupo 2, actualmente caducado y correspondiente al tramo entre Villavicencio y Bosa, la habilitación de esta estructura representa un paso decisivo. Más allá de reducir tiempos de desplazamiento, la glorieta elevada se perfila como un nodo estratégico de integración modal, clave para el funcionamiento futuro del sistema de transporte masivo y para consolidar una ciudad más conectada, eficiente y preparada para su crecimiento a largo plazo.
Cuando la actual administración distrital asumió la administración distrital en enero de 2024, este grupo presentaba un avance de apenas 29,50 %, mientras que la glorieta como obra insignia, se encontraba en alrededor del 36 %. A corte de diciembre, el avance global del Grupo 4 superó el 76 %, y la glorieta elevada alcanzó el 100% de ejecución, convirtiéndose en uno de los frentes con mayor progreso dentro del portafolio del IDU. Desde el inicio del año, la instrucción del alcalde fue entregar en diciembre todas las obras que estuvieran técnicamente listas, objetivo que en este caso se logró cumplir con la habilitación al tránsito vehicular.
