El anhelado Tren Bioceánico, un megaproyecto que busca conectar las aguas del océano Pacífico con las del Atlántico a través de una línea ferroviaria intercontinental, está próximo a dar su primer paso concreto hacia su realización. Lo anterior lo confirmaron fuentes vinculadas al proceso, indicando que, tras años de discusión y múltiples obstáculos, se estarían sentando las bases para iniciar una fase decisiva que podría destrabar este ambicioso plan de integración física y comercial en Sudamérica.
Cabe destacar que, la idea de construir un corredor ferroviario bioceánico no es nueva. Ya que desde 2023 se viene debatiendo su viabilidad como parte de una iniciativa tripartita que involucraría a los gobiernos de China, Brasil y Perú. Sin embargo, a pesar de que en su momento el Gobierno chino llegó a realizar un estudio de perfil para evaluar las posibilidades de este megaproyecto, diferencias en torno a la ruta que debía seguir el trazado ferroviario y su enorme costo estimado impidieron que la iniciativa avanzara más allá de la etapa preliminar.
No obstante, el panorama ha empezado a cambiar de forma sustancial a partir de la puesta en marcha del megaproyecto portuario de Chancay, en la costa central peruana, cuya estratégica ubicación y proyección internacional han despertado renovado interés en los inversionistas asiáticos, especialmente en las autoridades chinas. Según las fuentes consultadas, la aparición de este moderno terminal portuario ha disipado muchas de las dudas previas por parte del Ejecutivo chino, que ahora ve con mejores ojos la viabilidad logística y comercial de un corredor ferroviario interoceánico en la región andino-amazónica.
Como parte de este nuevo impulso, se ha confirmado que una importante delegación de la República Popular China, encabezada por Fei Dongbin, actual director de la Administración Nacional de Ferrocarriles de China —entidad encargada de supervisar y promover los gigantescos desarrollos ferroviarios en ese país—, visitará Perú para sostener una serie de reuniones clave. En donde el objetivo central de este viaje oficial será evaluar la factibilidad técnica, económica y estratégica del Tren Bioceánico, considerando el nuevo contexto regional y las oportunidades que se abren a partir de los recientes avances en infraestructura portuaria.
Si bien aún no se ha hecho pública la agenda oficial de esta delegación, se conoce que se sostendría reuniones con altos funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) de Perú. Este acercamiento institucional será decisivo para definir el grado de compromiso gubernamental y explorar las alternativas de financiamiento y cooperación técnica que se requerirían para materializar una obra de esta envergadura. Cabe señalar que Fei Dongbin no solo ha manifestado interés en Perú, sino que también ha visitado recientemente Brasil y Chile, países que de igual modo han expresado su interés en participar en la configuración de este corredor logístico transcontinental.
Asimismo, actualmente, en el ámbito nacional, el Gobierno Regional de Piura y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones promueven activamente el proyecto denominado Tren Bioceánico Bayóvar–Brasil, considerado una de las iniciativas ferroviarias más ambiciosas de la historia de Sudamérica. Esta obra busca conectar el océano Pacífico a través del Puerto de Bayóvar, ubicado en la provincia de Sechura, Piura, con el puerto de Santos en Brasil, atravesando importantes regiones productivas en ambos países.
Con una capacidad operativa proyectada de 40,000 toneladas de carga por día, este corredor ferroviario ha sido diseñado para movilizar de forma eficiente y rápida productos estratégicos para las economías de Perú y Brasil. De acuerdo con los estudios preliminares, cada tren estará compuesto por 100 vagones con capacidad para transportar 80 toneladas cada uno y podrá realizar hasta cinco viajes diarios, lo que permitirá establecer un flujo constante y sostenido de mercancías desde el norte peruano hasta el centro productivo de Brasil y viceversa.
El impacto que esta obra tendría en la conectividad y competitividad del Perú es significativo. Por su ubicación estratégica, Piura se consolidaría como un nodo logístico de primera importancia para el comercio interoceánico, mejorando su posicionamiento regional y contribuyendo a dinamizar las exportaciones peruanas. Asimismo, el trazado del Tren Bioceánico ha sido cuidadosamente diseñado para cruzar diversos pisos ecológicos en Perú y Brasil, conectando zonas costeras, sierra y selva, y generando un corredor de desarrollo que integrará territorios históricamente desconectados.
En territorio peruano, la línea férrea recorrerá los siguientes tramos:
– Puerto de Bayóvar – Olmos (245 km)
– Olmos – Bagua Grande (234 km)
– Bagua Grande – Tarapoto (330 km)
– Tarapoto – Pucallpa (530 km)
– Pucallpa – frontera con Brasil (290 km)
Mientras que, en territorio brasileño, se han proyectado los siguientes trayectos:
– Lucas do Rio Verde – Campinorte (890 km)
– Lucas do Rio Verde – Vilhena (630 km)
– Vilhena – Porto Velho (570 km)
– Porto Velho – Rio Branco (560 km)
– Rio Branco – frontera con Perú (640 km)
En total, la línea ferroviaria superará los 4,000 kilómetros de extensión, configurando una red estratégica para la movilización de carga entre el océano Pacífico y el Atlántico. Más allá de su importancia geopolítica y comercial, el Tren Bioceánico se presenta como una oportunidad sin precedentes para transformar la economía del norte peruano. Durante su etapa de construcción, se prevé la generación de más de 193,000 empleos directos e indirectos, lo que significará un impulso determinante para sectores como la construcción, energía, siderurgia, maquinaria pesada y servicios logísticos.
El tren servirá, además, como plataforma para el transporte de importantes productos peruanos, entre los que destacan los fosfatos del complejo de Bayóvar —uno de los yacimientos más grandes de Sudamérica—, productos hidrobiológicos como la concha de abanico de Sechura, y una variada oferta agrícola que incluye mango, banano, arándano, uva, cacao, café y soya. Esta diversidad de productos podrá llegar a nuevos mercados con mayor eficiencia, reduciendo considerablemente los tiempos y costos logísticos que actualmente limitan su competitividad internacional.
Adicionalmente, el corredor permitirá integrar la producción agrícola y minera del nororiente peruano con el Brasil profundo, fortaleciendo una red logística que impulse el desarrollo socioeconómico de zonas marginadas y subatendidas en ambos países.
Cabe señalar que, en la actualidad, el expediente técnico del proyecto se encuentra en fase de elaboración, contando con el respaldo de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), que ha manifestado su apoyo a esta propuesta de integración física y comercial a escala continental. De concretarse, el Tren Bioceánico no solo contribuiría a cerrar históricas brechas de infraestructura en Perú y Brasil, sino que convertiría al Perú en un nodo logístico clave para el comercio global, atrayendo inversión, facilitando exportaciones y dinamizando el crecimiento económico.
Finalmente, si bien el Congreso peruano ya ha declarado esta iniciativa como de interés nacional y se han asegurado recursos para iniciar los estudios técnicos a partir de este mismo año 2025, aún no se cuenta con una fecha oficial para el inicio de las obras de construcción ni para su eventual puesta en operación. No obstante, la inminente llegada de la misión ferroviaria china y las reuniones previstas con autoridades peruanas podrían marcar un punto de inflexión en este proceso y definir la hoja de ruta que permita a este megaproyecto ferroviario convertirse en una realidad.
