La capital colombiana atraviesa una de las etapas más importantes de transformación urbana en su historia reciente. A medida que nuevas centralidades se proyectan en distintas zonas de la ciudad, el occidente bogotano se prepara para recibir una de las iniciativas más ambiciosas, complejas y estructuradas de las últimas décadas.
Se trata de Cafam Floresta Ciudad Central, un megaproyecto de uso mixto que no solo promete revitalizar un amplio sector de la ciudad, sino también generar un modelo de desarrollo urbano integrado y sostenible que marcará la hoja de ruta para futuras intervenciones de gran escala en Bogotá.
Este complejo urbano, promovido por la Caja de Compensación Familiar Cafam, se edificará sobre un extenso predio de 9.6 hectáreas ubicado estratégicamente en la intersección de la Avenida 68 con la Calle 90, una zona de reconocida actividad institucional y residencial, actualmente ocupada en parte por instalaciones de la misma caja de compensación.
La iniciativa se configura como el tercer gran desarrollo urbano de gran escala que está reconfigurando la ciudad actualmente, junto con Lagos de Torca en el norte y el complejo Quora en la Calle 85, marcando así una era de significativa renovación y expansión de Bogotá a través de proyectos de múltiples usos y alta densidad.
Una ciudad dentro de la ciudad

La magnitud de Cafam Floresta Ciudad Central no solo se mide por su tamaño o inversión, sino por su concepción urbanística, que plantea la creación de un ecosistema urbano autosuficiente, capaz de integrar en un mismo entorno espacios para vivienda, trabajo, comercio, cultura, bienestar y salud, reduciendo al máximo la necesidad de desplazamientos extensos por parte de sus usuarios. Bajo el concepto de uso mixto de alta complejidad técnica, este tipo de megaproyectos busca consolidar zonas de actividad urbana continua, funcionando las 24 horas del día, los siete días de la semana.
En este sentido, Cafam no solo busca construir edificaciones, sino establecer un entorno con identidad propia, donde converjan múltiples servicios y experiencias. La propuesta apunta a crear una verdadera comunidad urbana, con capacidad para responder a las necesidades de los habitantes de localidades densamente pobladas como Suba y Engativá, tradicionalmente rezagadas en materia de oferta comercial, cultural y hotelera de gran escala.
Así Será el Macroproyecto Cafam Floresta Ciudad Central que se Construirá en el Occidente de Bogotá
Un plan maestro de 545,000 metros cuadrados
El proyecto contempla una intervención total de 545,000 metros cuadrados de área construida, distribuidos en once edificaciones de distintas alturas y propósitos, cada una pensada para cumplir una función específica dentro del complejo. Los usos programados abarcan sectores clave para el desarrollo social y económico de la ciudad: salud, comercio, oficinas, hotelería, bienestar y cultura.
El corazón del diseño estará articulado a través de una plataforma subterránea destinada a parqueaderos y servicios logísticos, una solución innovadora que permitirá optimizar los flujos de carga y descarga, manteniendo liberada la superficie para peatones, áreas verdes, plazas públicas y zonas de recreación. Este elemento no solo mejorará la eficiencia operativa del complejo, sino que también elevará la calidad del espacio urbano, haciendo de la movilidad peatonal una prioridad.
Primera etapa en marcha

La implementación de Cafam Floresta Ciudad Central se ha estructurado en varias fases, y la Etapa 1, que obtuvo su licencia en 2023, ya se encuentra en una fase preconstructiva avanzada. Esta primera etapa representa un desarrollo de grandes proporciones por sí mismo, contemplando 154,000 metros cuadrados construidos.
El diseño de esta fase incluye la edificación de tres torres que, según se prevé, albergarán oficinas, servicios de salud y hotelería. También contará con una plataforma comercial de gran escala, donde se concentrará una amplia oferta de tiendas, restaurantes y servicios, tres sótanos subterráneos de parqueaderos y una vía arterial interna que conectará el proyecto directamente con la futura troncal de TransMilenio por la Avenida 68. Esta conexión vial resulta esencial para garantizar la accesibilidad y eficiencia del complejo, considerando que coincidirá con importantes obras de infraestructura vial en Bogotá.
Financiamiento robusto y cronograma ambicioso
Un proyecto de esta magnitud exige, naturalmente, una estructura financiera sólida y diversificada. A lo largo de 2024, Cafam avanzó en la consolidación de la viabilidad económica de Floresta Ciudad Central, concluyendo todos los estudios técnicos y estructurando jurídicamente el proyecto, garantizando así seguridad para sus inversionistas y para la sostenibilidad a largo plazo.
Al mismo tiempo, la entidad ha sostenido activas negociaciones con bancos y fondos inmobiliarios tanto nacionales como internacionales, buscando asegurar una financiación mixta basada en deuda corporativa y capital privado. Este esquema es habitual en megaproyectos urbanos de alta envergadura y ya ha sido aplicado con éxito en iniciativas similares en Bogotá, como Quora, lo que permite mitigar riesgos y asegurar el flujo constante de recursos para la ejecución de las obras.
Aunque Cafam no ha divulgado públicamente la cifra de inversión total del proyecto, estimaciones del sector financiero indican que solo la primera etapa requerirá más de 300 millones de dólares, una suma que refleja el nivel de confianza del mercado en el potencial de este desarrollo urbano.
En cuanto al cronograma, la proyección de Cafam apunta a que los primeros edificios de Floresta Ciudad Central entren en operación hacia finales de 2028, y que la totalidad del complejo, incluyendo las once edificaciones y todos sus servicios, esté plenamente en funcionamiento en 2032. Este horizonte de largo plazo demuestra no solo la magnitud del proyecto, sino también la visión estratégica de Cafam para convertirlo en un referente urbano de largo aliento.

Articulación regional y la construcción de nuevas centralidades
La importancia de Cafam Floresta Ciudad Central se magnifica al analizar su papel dentro de la estrategia de renovación urbana que Bogotá adelanta en distintas zonas. El megaproyecto se integrará a otros dos grandes desarrollos de uso mixto que actualmente concentran importantes recursos públicos y privados:
Lagos de Torca (norte de Bogotá): ubicado en el extremo norte de la ciudad, este megaproyecto abarca 1,800 hectáreas y contempla la construcción de más de 120,000 viviendas, con la creación de un gran parque metropolitano y 57% de su área destinada a espacio público. Será clave para la expansión residencial del norte de Bogotá.

Quora (centro-oriente, Calle 85): centrado en la transformación de tres manzanas en la Zona T, este desarrollo incluirá 151,000 metros cuadrados de oficinas, vivienda, comercio de lujo y un moderno teatro con capacidad para 1,200 espectadores. La inversión anunciada para Quora supera los 2.4 billones de pesos colombianos.

En conjunto, estos proyectos consolidarán un “arco de centralidades mixtas” que recorrerá el norte, centro-occidente y norte-oriente de la ciudad, permitiendo diversificar la localización de empleo, servicios, vivienda y equipamientos urbanos, y reduciendo la tradicional concentración en unas pocas zonas del centro y norte capitalino.
Impacto económico, social y ambiental
Más allá de su infraestructura, Cafam Floresta Ciudad Central se proyecta como un potente motor económico y social para Bogotá. Según estimaciones de Cafam, el proyecto generará más de 20,000 empleos directos e indirectos durante su fase constructiva y en su posterior operación, activando sectores como comercio, salud, servicios, hotelería y construcción.
Además, el complejo fortalecerá el clúster de salud de la Avenida 68, incluyendo consultorios, centros de especialidades médicas y, posiblemente, clínicas, consolidando esta zona como un referente para la atención en salud de alta calidad en la ciudad. También incorporará un centro comercial de última generación que atenderá las necesidades de Suba y Engativá, dos de las localidades más pobladas de Bogotá y que, hasta ahora, carecen de una oferta comercial y de servicios de la escala y calidad que ofrecerá Floresta Ciudad Central.

De igual forma, se incluirá una oferta hotelera y cultural en una zona que presenta un déficit de equipamientos de gran escala, ampliando así las opciones de hospedaje y entretenimiento para la ciudad.
En cuanto a sostenibilidad, Cafam ha incorporado criterios ambientales en la concepción del proyecto, incluyendo certificaciones de eficiencia energética y de gestión de agua, techos verdes que mejoran la biodiversidad urbana y actúan como aislantes térmicos, así como una fachada activa que optimizará la ventilación natural y el control solar. Todo ello contribuirá a reducir la huella de carbono y a mejorar el microclima urbano.
Los grandes desafíos: movilidad y articulación urbana
A pesar de su ambiciosa visión y los beneficios proyectados, el megaproyecto no está exento de desafíos, siendo la movilidad uno de los principales. La ejecución de las distintas fases de Cafam Floresta Ciudad Central coincidirá con obras viales de gran envergadura como la ampliación de la Avenida 68, proyecto que aún enfrentan importantes retos presupuestales, ambientales y de ejecución.
La coexistencia de estas obras exigirá una cuidadosa coordinación para evitar saturaciones en la movilidad vehicular y peatonal. Cafam ha previsto soluciones como la vía arterial interna del complejo y su conexión directa con la troncal de TransMilenio, pero la articulación con el transporte público y las vías circundantes dependerá de una adecuada planificación distrital.
Otro reto fundamental será la integración del espacio público. La articulación entre los espacios privados del centro urbano y los parques lineales, plazas y zonas peatonales de la ciudad deberá garantizarse mediante una estrecha colaboración con la Secretaría Distrital de Planeación, para evitar desconexiones en el tejido urbano.

Si los plazos se cumplen, Cafam Floresta Ciudad Central se convertirá en 2032 en uno de los desarrollos urbanos más importantes de la historia reciente de Bogotá, redefiniendo el occidente de la ciudad y consolidando una centralidad moderna, sostenible y articulada.
Para Cafam, además, representará una importante fuente de ingresos no operacionales, que reforzará la sostenibilidad de su red de servicios en salud, recreación y droguerías a lo largo del país.
Con todo, este megaproyecto se perfila como un hito de renovación urbana en América Latina, demostrando cómo la inversión estratégica, la visión a largo plazo y una adecuada planificación urbana pueden transformar de manera positiva y estructurada la vida de cientos de miles de ciudadanos.